Creadoras - Gabriella Nuru
Abril
Escucho a Leticia Salas y pienso en que yo nunca podré reconciliarme con mi padre,
preguntarle todas las dudas que tengo, exigirle motivos. Se me aguan los ojos y suspiro,
en la imaginación también hay consuelo y lo que no concede la realidad a veces lo brinda el sueño.
El amor por grande que sea siempre es un sentimiento solitario, la vida pasa y no nos detenemos a sentir y no nos damos cuenta hasta que no nos estrellamos con todo.
Me gusta la gente con los ojos tristes porque quiere decir que ha vivido, aunque corre el riesgo de desgastarse, tanto que el simple hecho de dejarse llevar les resulte arriesgado y lejano.
Yo sí quiero todavía arriesgarlo todo, dejarlo todo, vivirlo todo, aprovecharme del privilegio que mi madre nunca tuvo.
Y con esto quiero decir que mi madre es la heroína de todas mis historias aunque no lo sepa, que aun en mi egoísmo más férreo, trabajo y oro por ella.
Nunca podré tener una conversación como la que Leticia tuvo con su padre, ni podré ver cómo el mío
recula comportamientos y esquiva el abandono involuntario, y cierra la herida que sigue abriéndose y sirve de ejemplo para todas mis vidas.
Esta vez dejo de mirar la entrevista, pausa y lloro. Es un llanto limpio, de tristeza pero casi que de alivio, quizá incluso de agradecimiento porque sé que aunque no está conmigo, sé que aun viviendo con dolor y resentimiento, mi historia no es una más que se suma a la estadística oficial o al menos eso quiero pensar.
Creo que todos vivimos en otros, que todo es un círculo.
Creo que todo es un aprendizaje.
Creo en el presente que estamos construyendo.
Creo en el cuidado.
Y creo que en la distancia se pueden hacer también las paces.
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Publicado en mujerpalabra.net en agosto 2023