Creadoras - Jeannette Núñez Catalán
Mujer con un ojo de flor
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Estaba la mujer contemplando lenguas y llamaradas verdes, ardientes se tragan el horizonte
Se acerca un hombre atraído por la belleza de ella
Le dijo: ja ja ja ¿por qué tienes ese parche en tu ojo?
Ella le responde: no es un parche. Es mi manera de ver el mundo
El hombre se fue, sin saber qué pensar
Ella acomodó sus cabellos cortos con sus dedos que parecían dóciles golondrinas hurgando. Respiró profundo y siguió contemplando las llamaradas que lentamente se tragaba el horizonte
Se acercó un hombre moreno y macizo y le dijo: ¡Pero, tu mujer! ¿por qué llevas una flor ahí? apuntándole el ojo con su dedo índice
Es mi manera de ver el mundo
El hombre le dijo: pero así no ves nada, y la flor solo te incomoda
Así puedo ver mejor el mundo
La mujer mira cómo el hombre se aleja hasta volverse invisible
Contempló el bello horizonte con las lenguas verdes, anaranjadas, rojizas, lilas
Cuando viró su cabeza hacia el lado izquierdo, casi choca con el rostro de un hombre, es delgado de cabellos rubios
Le habla: ¿y por qué motivo quieres ver el mundo diferente?
Ella le responde: solo así puedo ser yo, viendo el planeta a mi manera.
Pero así serás muy distinta del resto.
Ella le contesta: puede ser, pero es mi manera de ver el mundo
El hombre de rubios cabellos la contempla, rascándose su cabeza, se puso de pie y siguió su camino
Al instante se acercó una mujer muy elegante y dice: te compro tu lente de flor
Ella responde: no está a la venta
Pero, piénsalo bien, con lo que te pague podrás comprar lo que quieras
La mujer le dijo: no está a la venta, porque esta es mi manera de ver el mundo
Qué torpeza la tuya, no querer vender a buen precio
La mujer se alejó acomodándose el sombrero
La mujer con una flor en el ojo seguía serena disfrutando el atardecer
Se acerca un hombre con gafas oscuras y de trato amable
Le dice: hermosa dama con una flor en el ojo, tú eres la compañera ideal para contemplar los siguientes atardeceres. Te propongo seas mi esposa.
La mujer contesta: gentil hombre eres, y si crees que viviremos felices contemplando los atardeceres para mí será muy grato tener un compañero. Acepto esta unión siempre que me trates como a una flor y respetes mi manera de ver el mundo
El siguiente atardecer, cuando lenguas amarillas verdes y lilas eran consumidas por el horizonte, el esposo besaba las manos de su esposa y ella le respondía besándolo en la mejilla
Así en cada atardecer la trata con la delicadeza de una flor y sus caricias constantes, como aletear de colibríes
Vivieron muchos atardeceres cálidos y multicolores donde se veían entre ellos el revolotear de golondrinas y torcazas sus manos siempre entrelazadas como enredaderas de madreselvas
En un ocaso el celeste contiene una esfera gigantesca color ámbar que lentamente el horizonte devora
Él se acerca con la delicadeza que se toma una flor y cuando ella pestañea él arranca de cuajo la flor de su ojo
Tú no quieres entender que el mundo es uno solo y todo establecido así está. Espero comprendas que por amor quiero que veas el mundo como todos los demás así como yo
La mujer lentamente dejó de respirar, se marchitó y murió.
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Publicado en mujerpalabra.net en mayo 2023