Pensamiento - Contra la violencia misógina y machista
Is Mr. Taliban talib... in Banana...?
Martha Chaves
…fue lo que me preguntó una amiga cuando le enseñé las fotos de las mujeres que asistieron a la marcha pro-aborto terapéutico el pasado diez de Octubre de 2006.
—"El Talibán ya llegó a una banana republic?" —Conste que la que usó el término banana republic fue ella y que lo usa cariñosamente; el asunto es que es que al ver la foto de las mujeres nicaragüenses ataviadas como de burka musulmana, fue lo primero que a mi amiga canadiense se le ocurrió: ¡Los fundamentalistas musulmanes del Talibán ya llegaron a Nicaragua!
Cuando le expliqué que las fotos eran de la marcha pro-aborto, comprendió la necesidad de que algunas escogieran andar cubiertas de pies a cabeza: Si las mujeres pro-decisión iban a esa marcha sin taparse la cara, corrían el peligro de ser identificadas y que luego las pudieran encontrar los pro-vida para ir a su casa a matarlas… pues —como creo que ya lo dije antes— para los pro-vida, tu vida es importante, excepto cuando sos miembro del género de los más desamparados de la tierra y querés luchar por tus derechos humanos.
Pensando en todo eso es que escribo esta misiva: En solidaridad con mis hermanas nicas que tuvieron el coraje de arriesgar sus vidas y asistir al evento. Quiero que sepan que aunque no pudimos estar ahí en carne y hueso, las acompañamos en espíritu. Digo acompañamos en plural, en nombre de mucha gente y organizaciones pro-derechos humanos que observan atentamente lo que les pasa a las mujeres en mi paisito natal: ¡No están solas!
También les quería contar que en estos días he oído cualquier cantidad de insultos por el hecho de que en una columna en END me definí a mi misma con la palabra feminista.
Ahora, a pesar de haber depositado todos lo vituperios en el archivo de lo que, "me importa 17 barriles de pepinos", me he dado tristemente cuenta de que feminista es una palabra que asuuuusta y francamente no sé por qué; no me pasa que estando en el siglo XXI, Feminista todavía sea un vocablo colocado casi en el mismo casillero lingüístico de: "Sífilis mugrosa y asquiricienta"…pues Feminista, es sólo una manera más corta de decir: "Persona-de cualquier sexo- a quien le incumben intrínsicamente los derechos humanos del sexo femenino".
Y soy feminista y me da orgullo admitirlo aunque a mucha gente le de alergia la palabra. Alguien hasta se atrevió a decirme que las feministas le caen mal a todo el mundo porque están llenas de odio… ¿QUÉ…? Excuse me… ¿Odio????
Esa es una acusación localizada en el epicentro del territorio de "el comal le dice a la olla", pues las estadísticas retratan en blanco y negro, rojo sangre carmesí y morado de ojos, el odio en mayor o menor grado que se manifiesta hacia las personas del género femenino: Violencia familiar, violaciones sexuales, incesto, asesinatos en serie…
Odio que no es verbo conjugado por las feministas; no sé pues, pero hay que pensar bien a que dirección apuntar el dedo, ¿no?
Habría que examinar "Odio". Abrir esa caja de Pandora y así poder juzgar a conciencia a quien es que le pertenece el patrimonio del ODIO…
Y lo juro, no es a las feministas.
Estoy en Guatemala. En Guatemala, como en Ciudad Juárez, México han muerto y mueren, todos los días, tantas mujeres, que hasta se ha tenido que inventar la palabra: Feminicidio
Fe-mi-ni-ci-dio, se dice y no es lo mismo que fe-mi-ci-dio; femicidio es usado como se usa homicidio. Mientras que feminicidio, es usado como se usa genocidio. Feminicidio pues, es el asesinato en masa y sistemático de las personas del género femenino.
Y aunque la palabra se parezca, ¡las feministas nada tienen que ver con los feminicidios!
En Guatemala, o en ciudad Juárez como en Nicaragua y muchos países del mundo, los feminicidios son la expresión extrema de la persistencia de la discriminación de las mujeres en todos los ámbitos.
Aquí aparecen cadáveres de mujeres tirados como basura en lotes abandonados, con la misma frecuencia que en la televisión pasan episodios de CSI: Todos los días y a diferentes horas de la jornada. Cadáveres mutilados de mujeres que muchas veces han sido salvajemente violadas y que aunque para las autoridades son sólo un número que añadir a las estadísticas, para otros son el cuerpo sin vida de la que fuera su hermana o su madre o su hija.
Les repito: Se encuentran mujeres asesinadas TODOS los días y la impunidad que nubla la investigación de los crímenes y su castigo, muestra la total inexistencia de las más remotas condiciones de seguridad que le permitan a las mujeres una vida libre de violencia; violencia que afecta mucho más a las mujeres marginadas, pero de la que ninguna mujer está totalmente eximida, ni las feministas…
Y ya que estamos en el tema y que ya estoy, para decirlo suavemente, encachimbada, sigamos hablando de odio. Siete de Diciembre de 1989. Voy yo para mi trabajo pensando en gofios y limón dulce bajo el frío inclemente de Montreal, entro a la estación de metro y noto que todo el mundo lee el periódico más que de costumbre y lloran. Noto como que una fiebre de "lacrimosis" colectiva los hubiera contagiado. Extraños se consolaban los unos a los otros. Pregunto por qué y como resorte y con horror me uno al llanto.
La noche anterior un hombre de 25 años llamado Marc Lepine, había entrado lleno de rabia a L´ecole polytechnic, en L´Université de Montréal y había masacrado a balazos a 14 jóvenes estudiantes de Ingeniería, sólo y exclusivamente por el crimen de haber nacido mujeres. Lepine entró a la clase rifle en mano, separó a los muchachos de las muchachas y antes de empezar la balacera gritó: "Odio a las mujeres" "Odio a las feministas".Mató a las estudiantes y se suicidó. Les recomiendo leer su nota suicida en la Internet para que palpen un manifiesto de odio en extracto fluido. Un monumento a la misoginia.
La tragedia le rompió el corazón a Montreal, al Canadá y al mundo entero. Especialmente a las mujeres: Ese día lloramos como Magdalenas pelando una cebolla; no sólo por las 14 muchachas y sus familias… también por pensar que nos hubiera podido tocar a cualquiera de nosotras, a una hija, a una hermana, a una amiga. Me imagino que así se han debido sentir los negros al enterarse que alguno de los de ellos había sido atacado por el Ku Klux Klan. El feminicida Marc Lepine era de padre fundamentalista musulmán. Digo esto, no por prejuicios contra nadie. Lo digo porque cuando la religión ve tan de menos a la mujer, es lógico que se produzcan extremistas de su calaña.
Aunque en la opinión de la gente que sabe, la acción de un psicópata como Lepine no es un hecho aislado que se puede atribuir a una sola cultura o religión. Es el producto de una cultura general que nutre el desprecio hacia la mujer. Vivimos en un mundo que no sólo es sexista, es ocasionalmente letal para las de nuestro género.
Si todavía no me creen, sigamos con las estadísticas de ese odio. Octubre 2006: El asesinato de las niñitas Amish. Charles Carl Roberts, un lechero de 32 años entró a una escuela rural y al igual que Marc Lepine, separó a las niñas de los niños y las mató. Conste, había dicho dijo que también intentaba violarlas…sólo las mató… Y hay quienes aún se preguntan, ¿Por qué pasan cosas así?
Según la organización de Hombres de Montreal en contra del sexismo,"Los hombres agreden, violan y matan a mujeres y niños como un acto de propiedad, terrorismo y venganza y lo hacen con el apoyo de una sociedad y un sistema judicial compuesto en su mayoría por hombres y que favorece en un enorme porcentaje a los hombres".
La misoginia usa muchos disfraces y se revela de diferentes maneras, generalmente dictadas sea por clase social, situación económica, raza, religión y otros factores, pero su característica principal es lo marcada que se encuentra. No sólo, el odio y desprecio hacia la mujer no sólo se da en la mitad masculina de la humanidad. Todos-as estamos expuestos a esa marcada ideología machista y muchas mujeres aprenden tempranito que pueden prosperar, imitando como monitos la misoginia de los hombres. Volviendo al ejemplo de los negros: En una plantación, al negro que le iba bien era al que le besaba las nalgas al amo y oprimía con el látigo a los suyos.
Hablo de las mujeres misóginas pues cuando me insultaron por decir que soy feminista, los oprobios me vinieron más de parte de mujeres. Mujeres retrógradas que parecen no darse cuenta que si no fuera por las feministas ¡ni siquiera tendrían derecho a votar! Mujeres machistas que se dejan engatusar por propuestas de leyes que no nos favorecen del todo, como la de abolir la legalidad del aborto terapéutico.
Algunas hasta se atrevieron a decirme que todas las feministas son lesbianas, lo que no me molesta en sí. Lo que veo estúpido es decir que todas las feministas son lesbianas pues es como decir que todos los hombres que velan por los derechos de los hombres o sea los "masculinistas", son homosexuales….¡ No tiene sentido!. Pero lo más estúpido que les oí decir, es que todas las feministas son lesbianas y que por eso están a favor del aborto terapéutico…me van a perdonar, pero ¡que imbecilidad! si hay un grupo que no se tiene que preocupar por embarazos, anticonceptivos o abortos… ¡son las lesbianas! Que el aborto sea o no legal, no tiene importancia para ésa comunidad… a menos que sean feministas y los derechos humanos de las mujeres en general, sean en sus agendas una prioridad.
…Pero volviendo a lo del feminismo y al Talibán…Despuecito de Septiembre 11 mi columnista preferida, Barbara Ehrenreich escribió un artículo llamado "Misterios de la misoginia" en el que dice que los políticos se estaban haciendo las preguntas equivocadas en cuanto al Talibán y demás extremistas musulmanes. Según su artículo no deberían de haber estado preguntándose: "¿Por qué odian tanto a los americanos?" Sino, ¿por qué odian tanto a las mujeres?
Esa es la pregunta que le tenemos que hacer a la mayoría de las sociedades e instituciones religiosas de este planeta ¿Por qué tanto odio hacia la mujer?
¿Por qué, por ejemplo, aquí en Guatemala el feminicidio es tolerable? Y dejémonos de bromas: Es tolerable o ya debería de haber pasado algo para parar los asesinatos. Ya hubieran hecho algo.
Siento haberme puesto en el humor de hablar de crímenes sin castigo y cadáveres mutilados, pero mi insistencia de hablar de ello es que, el admitir que EXISTE en mayor o menor escala un estado permanente de violencia y desprecio en contra de la mujer, es el primer paso par poner fin a esa situación. Luchemos por nuestros derechos, por leyes que nos apoyen y nos protejan. Seamos como la mafia: Ultrajan a una mujer, ¡nos ultrajan a todas!
Emprendamos nuestra propia cruzada en pro de abolir la violencia y el odio hacia la mujer en Nicaragua, o en realidad al paso que vamos nos va a llegar el day-o day-o del Mr. Taliban Talib… in Banana.
Información sobre uso de este material: consultar con la autora
Publicado en mujerpalabra.net en el 2006