Creadoras - Poemas y canciones

El crepúsculo es la menarca del cielo,
cubiertos de verguenza
los clérigos maldicen el báculo divino
el pincel de fuego,
que plasma en las manzanas,
el púrpura,
el incienso,
el oráculo que encendido
desata ira de volcanes muertos...

Allá en la luna lejos del bullicio citadino
se urde la vida,
ese canto que gobierna aun el universo,
desde la entrepierna de la indomable ceiba
la tlamatinime escribe en silencio...
Cada mujer sabe hacer letras desde adentro
teje con caricias el rebozo que hace dormitar el infierno:
el descontento social de querer siempre más y nunca estar llena/llenos...
Ahí desde el ombligo que se traga el bostezo
surge la hiedra que cae al suelo,
le dicen inmundicia las religiones para mutilar el entendimiento,
soy inmunda porque mi mundo no habita ni en sinagogas, ni mezquitas, ni templos.
En cada luna hay un felino diestro
en cada vulva siempre hay un rosal abierto,
el universo entero,
en la guerra yace el poder putrefacto del asesino
que en nombre de Dios infecta la paz del ser humano sereno...

Soy la ofrenda del trueno,
del relámpago y la tormenta soy el ojo cetro
siempre he sido el holocausto natural
para hacer brotar de la tierra el fruto placentero,
de la marea roja el sol hace brotar un cuervo,
es la noche con alas que vuela a mi sueño...
Sangre preciosa desde el nacimiento,
sabiduría y espanto,
pilar del enigma de un beso,
menstruar sin dolor para glorificar al ser supremo.
vida y muerte en mi seno,
nada se compara con el asesinato siniestro
mi sangre es la semilla,
el esperma divino que tú y yo poseemos.