Creadoras - Narraciones
De la relatividad y el deseo. Pasaje I
Patricia Toledo
Vas graciosamente recostada en el travesaño, frente a mí, cerca de la puerta del vagón, como en un duelo en el que siempre quedo en desventaja. Hay un sonido que precede tu llegada, como el golpe de una ola sobre la arena. De pie tu figura se vuelve heroica, me pega al asiento convertida en temblorosa estampa. He seguido tu rastro desde otro universo, uno que se ha plegado sobre el mío y me ha multiplicado las encrucijadas. La gris mañana recoge tu aliento, ávida lo suspende en el cristal de la ventana. El color sólo está en tus manos y tus ojos que me miran, me desvisten, en tu sonrisa, que alborota conjeturas y palpitares. Cada vez es la primera. Sería igual de cierto si se tratara de un sueño porque te observo corpórea e inquietante en cada encuentro. Un movimiento de cabeza acomoda tu melena, que cae a tu espalda como cada una de tus prendas. El paisaje viaja veloz a tu costado, flashes de luz zarandean mis pupilas. Tu piel queda entera al descubierto y confieso que quiero recordar cada cambio de tono en tu rosa inequívoco, cada pliegue, cada curva, cada grano en un destello diminuto, como si así, insaciablemente desmenuzada, pudiera recordarte. Sé que a mi primer parpadeo el ámbar de tu mirar desaparecerá de la escena y mi memoria, me quedará sólo la inquietud de descubrirte mañana, a cualquier hora, en otro vagón, en medio de otra red de voces y pensamientos.
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Publicado en mujerpalabra.net en agosto 2015