Creadoras - Narraciones
De la relatividad y el olvido. Pasaje III
Patricia Toledo
Mientras Sara hurga un sobre carcomido por el tiempo, va buscando la sensación de una angustia pasada, esa frase dicha o escrita, de cuando perdió su herencia y su casa. Descubre con cierta agitación que no le queda ni un pedazo de ese sentimiento en las entrañas, ni en la maraña de papeles que ha desplegado sobre la mesa del ordenador. Mientras cavila si sentir alivio o una inquietud nueva, una ventana breve se abre en la pantalla. Recorre la memoria en busca de la primera vez que la vio desplegarse e inundar de tibieza esa superficie, por lo general tan fría. Es ella. Sara no recuerda el vaivén del reloj sin su etérea presencia, antes de que por error se asomara a su quehacer y su vida. Las dos se han compartido, vaciando palabras, cambios asentidos, emociones nuevas, una en la otra como en cuencos hechos a medida.
Mantienen una charla que dura poco más de lo esperado. Cuando al fin se cierra la ventana, se quedan ambas con la sensación de estar viviendo un instante irrepetible. Esa tarde por fin van a encontrarse.
No tiene ánimos pero debe salir, imbuirse en el mar de gente allá afuera, danzar a su son, estirarse, alargarse y medrar en el tumulto con prisa, para no perderse.
Esa mañana no será como cualquiera. Mientras camina, el flujo de los astros le ha escrito a Sara una vereda distinta. El tiempo circuló hacia atrás. Ni angustia ni carcoma ni papeles. La herencia y la casa son suyas para siempre. Ni inquietud ni ventana breve. En paralelo, una mujer aguarda a otra que ya no estará.
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Publicado en mujerpalabra.net en agosto 2015