Pensamiento - Sobre lenguaje
Sobre la realidad y el término "feminicidio"
Patricia Toledo
Provengo de Honduras, un país donde cada 13 horas es asesinada una mujer. Uno en el cual, como en muchos otros del mundo, el feminicidio es denostado, objeto de burla y visto con indiferencia por los Estados mismos. De la misma manera se trata a quienes defienden los derechos humanos de las mujeres, quienes en su mayoría son mujeres feministas.
En América Latina, fue la antropóloga e investigadora feminista Marcela Lagarde y de los Ríos quien introdujo el vocablo "feminicidio", que en teoría, recién en octubre de 2014 fue reconocido por la RAE . Gracias a la doctora Lagarde y otras mujeres, en 2007, México fue el primer país en incorporar el feminicidio al código penal (aunque actualmente sólo 14 entidades federativas acreditan este delito y sólo en 10 estados el Código Penal local establece la obligación de elaborar protocolos especializados para investigar los casos, y de ellos, sólo siete los tienen). Le han seguido El Salvador, Costa Rica, Chile, Perú, Guatemala, Nicaragua, Argentina, Ecuador y también hay reformas legislativas en Uruguay. En algunos de estos países se le suele llamar femicidio.
La palabra fue usada por primera vez en Inglaterra, en 1801, para referir el asesinato de mujeres. En 1848, el vocablo fue publicado en "Wharton's Law Lexicon", sugiriendo que podría convertirse en "una ofensa enjuiciable". Una de las feministas pioneras en utilizar el término es la sudafricana Diana E. H. Russell, quien usó el vocablo "feminicide" por primera vez en 1976. La doctora Russell piensa que la definición de feminicidio aplica a todas las formas de asesinato sexista, ya sea motivado por misoginia, por un sentido de superioridad sobre las mujeres, por placer sexual o por asunción de propiedad sobre las mujeres. En 1992, Diana Russell y Jill Radford lo definieron como "el asesinato misógino de mujeres cometido por hombres". Y señalaron:"El feminicidio representa el extremo de un continuum de terror antifemenino que incluye una amplia variedad de abusos verbales y físicos, tales como: violación, tortura, esclavitud sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extrafamiliar, golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la oficina, y en el aula), mutilación genital (clitoridectomías, escisión, infibulaciones), operaciones ginecológicas innecesarias (histerectomías), heterosexualidad forzada, esterilización forzada, maternidad forzada (por la criminalización de la contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de comida para mujeres en algunas culturas, cirugía plástica y otras mutilaciones en nombre del embellecimiento. Siempre que estas formas de terrorismo resultan en muerte, se convierten en feminicidios".
En el Día de los Derechos Humanos, ahora que urge la exigibilidad a los Estados, quiero expresar mi gratitud a las defensoras de todas las latitudes, en especial a las feministas (no así a los Estados), que desde 1673 y más visiblemente desde 1791 y 1792, están luchando porque este mundo sea más justo, igualitario y seguro para las actuales y venideras generaciones.
En la ciudad de México, a los diez días del mes de diciembre de 2014. Por el derecho a defender los derechos humanos.
Cuadro: Homenaje a transexuales torturadas y asesinadas, por Patricia Toledo
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Publicado en mujerpalabra.net en agosto 2015