Cuaderno de Ideas
La ironía socrática y la reacción del poder
La ironía socrática es insoportable. No respeta nada. No se doblega a nada, ante nada, ni ante nadie. Es insoportable porque muestra nuestra ignorancia.
--¿Estás seguro de que eso es realmente así?
--Sí, lo estoy.
Inmediatamente Sócrates dice algo que muestra que eso no es así, que no puede ser así, de ninguna manera. A continuación el interpelado se sonroja, se avergüenza de haber hecho el ridículo de un modo tan grosero. En lugar de aceptar el razonamiento, se llena de rencor, y clama venganza. Pero no aquí, en el ágora, ante todos, ya urdirá un plan para desprestigiar a Sócrates, para difundir algunas infamias sobre él, para completar su venganza.
A Sócrates quisieron matarle los 30 tiranos. No lo consiguieron. Sí lo consiguió la democracia: las acusaciones de Ánitos (corromper a la juventud y no creer en los dioses) fueron suficientes para llevarle a la muerte. Hasta aquí, los hechos históricos probados.
¿Cómo es posible que en nombre de la democracia se pueda condenar a alguien por ejercer la crítica, haciendo además algo tan indigno como tergiversarla, al presentarla como una amenaza para la libertad, cuando realmente esa crítica, que es un razonamiento que podrá o no refutarse, sólo es una "amenaza" para quienes detentan el poder en nombre de la "libertad"?
Este texto nos fue enviado y lo posteamos en la red social, a raíz de nuestras discusiones en torno a la crítica a partidos políticos
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Publicado en mujerpalabra.net en el verano 2010