Naturaleza - SúperVivencias

La propuesta de que se reabra SúperVivencias en Mujer Palabra me parece engrescadora para que otras personas se animen a hacerse un montón de cosas si es que no lo están haciendo ya.

A pesar de las dificultades, hay cientos de pequeñas y grandes cosas que podemos hacer para que nuestro día a día se vaya pareciendo cada vez un poco más a nuestros deseos. A veces cuesta dar con ellas y necesitamos que alguien o algo (Mujer Palabra, un libro, un documental...) nos abra camino con un ejemplo que nos anime... Hoy, es más necesario que nunca tomar consciencia de lo que nos conviene para cuidarnos y cuidar el planeta y los seres que en el habitan; sentir placer al activarnos y responsabilizarnos, disfrutando de la vida pero sin sentir más peso del que nos toca; intentar no reproducir actitudes que criticamos en otras personas, pero sin obsesionarnos con la perfección, para así poder disfrutar durante el camino.

Tomando las reflexiones de una persona a la que aprecio y que me ayudó a tener en cuenta mi huella ecológica en mi día a día sin agobiarme por ello, diré que todas utilizamos una lógica individualista por ejemplo al consumir, p.e., comprar un kiwi de Nueva Zelanda en el Lidl. El kiwi es rico y sanísimo, tiene mucha vitamina C y más cosas buenas. Y en el Lidl sale tirado de precio. El beneficio individual es claro... No es tan fácil ver la otra cara de la moneda, es más lejana, más indirecta. Pero quizás nos deje de compensar si pensamos que traer productos desde lejos implica construir autovías donde había bosques, respirar humo y escuchar ruido de tantos camiones circulando. E implica también que en nuestra tierra haya cada vez menos frutales. Y si compro seis kiwis en una bandeja de plástico genero mucha basura y me suben los impuestos para poder tratarla. Y en el campo hay cada vez menos trabajo y en la ciudad cada vez más trabajo basura para grandes empresas. Y mi vecina tuvo que cerrar la frutería que tenía en mi calle, y en el súper no sé qué pasa pero todo el mundo va con prisa y se me contagia el estrés y la fruta ya no sabe como antes y le echan un montón de química que yo no sé si me hará bien...

Quizá sea verdad que al final lo barato sale caro.

Un informe presentado en 2006 por el Gobierno británico afirmaba que no hacer nada frente al cambio climático reduciría el PIB global un 20%, mientras que intentar mitigarlo costaría 20 veces menos.

Pensar sólo a corto plazo y de manera individualista no sólo no es ético ni justo, tampoco es inteligente.