IV
Simultáneamente,
se generarán contradicciones
pero eso es sólo parte del todo.
Lo que tenemos que cambiar nos constituye,
desarraigar cosas duele.
La mierda que combato fuera la llevo dentro.
Construir un mundo libre y solidario, justo,
implicará planos simultáneos de asuntos que parecen excluirse,
pero eso no significa que debamos destruir precisamente
lo que puede hacernos más personas, más libres.
La contradicción ocurre todo el tiempo.
No sólo porque podemos estar buscando lo que no hay en la sociedad,
sino también porque somos más de lo que la estructura social
quiere hacer de las personas.
Gran Hermano es muy poderoso, pero nunca ha podido controlarlo todo, ¿no?
Aprovecha tu libertad relativa
para luchar por ampliar el territorio
de la libertad solidaria
(tan precioso, tan civilizado, tan bueno).
Disfruta si tienes la posibilidad.
Sé todo lo libre que puedas.
(Por ti y para que se extienda la práctica e incluya a quien no puede.)
Disfrutar no te deja ciega: podrás seguir viendo el mundo
(no su popular interpretación).
Podrás seguir siendo solidaria
(no hace falta sacrificarse para ser solidaria, ni para ser alguien, o inteligente).
Siendo TÚ ayudas a transformar un sistema antihumano,
sin tener que destruir el sistema:
la maquinaria tendría que adaptarse a las piezas, no al revés.
Se trata de que disfrute todo el mundo, de que pueda elegir todo el mundo,
no de que quienes puedan hacerlo no lo hagan.
(Disfrutar, elegir, no es consumir.)
Hay espacio para más,
para que te busques y construyas tu identidad.
Y todo el mundo cabe, no hay crimen
en ningún sexo, en ninguna sexualidad, en ninguna identidad humana.
Hay espacio en la mente
para la más profunda e íntima revolución.
Y ahí, en la mente, es donde empieza todo cambio profundo...
Ánimo y suerte