Creadoras

Nacida en las tierras cálidas del sur de Andalucía, en el pueblo de Lepe (lugar donde se cree nació Rodrigo Pérez de Acevedo, el marinero que desde la alta cofa de la carabela Santa María gritó "Tierra A La Vista" al divisar la isla antillana en su viaje del Descubrimiento), en su adolescencia se dedicó a desarrollar sus capacidades innatas de pensamiento lógico, estudiando Ingeniería Técnica Electrónica en el Politécnico de La Rábida (Huelva). Posteriormente, en su primera juventud, emigró a las tierras más secas y frías de Zaragoza, y decidió satisfacer sus ansias de conocimientos sobre la conducta humana y su posibilidad de modificación, estudiando Psicología Clínica en la Universidad a Distancia UNED, Calatayud (Zaragoza). Un poco más tarde quiso saber cómo se comportaron nuestros ancestros a inicios de la cultura humana, hace unos 40.000 años, para lo cual hizo estudios sin sistematizar de Arqueología, Antropología, Etnografía, Mitología, Religión, Astronomía...

Su análisis de los artefactos artísticos legados por nuestros ancestros, desde la nueva ciencia que investiga el más arcaico conocimiento astronómico, a la que denomina "Arqueo astronomía Global", en interacción con sus conocimientos interdisciplinares, la lleva a descubrir y a enunciar una hipótesis sobre las claves del significado del arte y de la religión en el Paleolítico y en el Neolítico. Afirma que las manifestaciones artísticas, incluso las de contenido cinegético, no tendrían la función "mágica" de propiciar la "caza de animales", sino la de enviar "mensajes visuales metafóricos" dirigidas a la Diosa Madre Naturaleza, para conminarla a que enviara los fenómenos benéficos para el crecimiento de la vegetación. A la vez descubre que tanto el arte y la religión pagana "agrícola" de la Prehistoria o de culturas primitivas, como el arte y la religión de la religión cristiana heredada, tienen la misma finalidad: pedir favores a la Divinidad en relación a la cosecha. En un caso, se realizaban imágenes y rituales en honor de la Diosa Madre Naturaleza, y en otro de la Virgen, para invocarla con la función "mágica" de que concediese la lluvia y protegiese la cosecha o se les daba las gracias por los frutos concedidos.

Apasionada por los descubrimientos arqueológicos de representaciones humanas que descubrió de la Prehistoria, exclusivamente femeninas durante al menos los últimos 25.000 años antes de la revolución patriarcal de hace 5.000 años (aunque el orgullo herido de muchos académicos, los haya hecho ocultar el género al titularlas como Ídolos, palabra de connotación masculina, en los manuales universitarios de la Arqueología y la Antropología), la ha llevado a divulgarlos como principal sentido de su vida. Para Martín-Cano no cabe duda de que la exclusividad de imágenes femeninas reflejan una organización familiar, social y política de la cultura matriarcal arcaica, en la que lo femenino ocupaba el lugar de honor. Y por tanto ponen de manifiesto que las mujeres prehistóricas desempeñaban un rol contrario al históricamente atribuido por muchos historiadores y antropólogos en sus manuales académicos, y contrario al que desde el patriarcado se las obligó a jugar.

En los últimos años se ha dedicado a divulgar los datos arqueológicos y las deducciones antropológicas de las sociedades maternales habidas en la Prehistoria, que hacen tambalear la visión patriarcalista y los dogmas generalmente admitidos en el mundo oficial de la Arqueología y la Antropología. Lo hace primordialmente desde distintos foros de Internet, la principal vía que existe en el mundo para poderse expresar con libertad, tras un primer acercamiento a Congresos de Arqueología, de Antropología, de Filosofía,.. en donde algunas furibundas reacciones de ponentes que actuaban como los perros de presa, la hicieron exclamar: "con la iglesia hemos topado" (léase, con la Inquisición hemos topado, que se empeñó de forma patológica en defender a cualquier precio dogmas patriarcalistas, y en mantener falsas creencias en contra del análisis lógico de los datos, y en contra de la democracia y de la justicia).

Su labor de divulgación del glorioso pasado femenino, que aún permanece desconocido por la mayoría de la población, le produce gran satisfacción al ayudar a abrir los ojos a quienes tienen deseos de ver y a las luchadoras feministas. Sabedora de que este conocimiento no es una huida al pasado, sino que es una búsqueda en el fondo del espejo que las hará fijar la vista en el futuro, que ayudará a reconquistar el papel que ya jugaron nuestras ancestras al principio de los tiempos y ayudará a modificar las características del mundo actual a quienes creen que Otro Mundo es Posible y buscan un futuro mundo mejor, con mayor justicia para todos los sexos, sin exclusión y marginalidad femenina y sin jerarquías ni explotaciones.