Activismo - Feminismo - 8M
Crítica a la organización del 8M en España
Kalinda Marín
Sobre las marchas dobles. Primero destacar que las marchas dobles se van a producir en 20 ciudades, por lo que hay una mayoría de ciudades donde se va a celebrar una manifestación del #8M unitaria.La manifestación doble se produce en las ciudades con más población. Al parecer se busca así una visibilidad mayor de las divisiones que existen desde hace muchos años dentro del feminismo, y el interés parece ser partidario. Tampoco es nueva esta división dentro del feminismo español entre mujeres de partido con doble militancia y mujeres autónomas, independientes de los partidos políticos. En otros territorios, en otros continentes, las feministas entre ellas tienen problemáticas distintas, que abordan mejor ellas en sus muros.
Sobre las marchas unitarias. Al hacer un borrador de un comunicado para una manifestación unitaria, que luego será discutido por todas las organizadoras, el objetivo es claro: incluir aquello en lo que estén de acuerdo todas las feministas que organizan la manifestación. Las cuestiones en las que no hay consenso no desaparecen, porque cada sector feminista es libre de expresar sus reivindicaciones en su propio espacio (ahora se llama bloque tal o bloque cual). Así funcionamos durante muchos años sin problemas. Y así sigue siendo en la mayoría de ciudades y provincias.
¿Cuándo comienzan los problemas? Cuando no hay respeto mutuo entre bloques que pretenden ser el único que representa verdaderamente al feminismo, que se desprecian mutuamente, y niegan hasta la existencia de otras corrientes feministas que no sean las de esos dos bloques cerrados. Además estos dos bloques aparecen a menudo en los medios. Sus voceras son privilegiadas con esos altavoces mediáticos, aunque es muy discutible que sean las feministas más representativas, y nos muestran esos dos bloques como los únicos feminismos existentes, excluyendo todas las demás sensibilidades, teorías y prácticas feministas. Nunca ceden sus altavoces a las feministas silenciadas en los medios. Caen voluntariamente en la trampa de los medios que buscan audiencia azuzando los conflictos entre estas feministas, y con tal de ser protagonistas no les importa nada el daño que hacen al feminismo como movimiento de mujeres que luchan por su liberación.
Así empiezan los problemas serios entre los dos bloques que quieren monopolizar el feminismo. Por un lado hay agresiones, incluso físicas, por parte de activistas transfeministas o queer al bloque abolicionista, algo que se suma a los insultos y amenazas a cualquier feminista que discrepe con su visión del mundo en lo más mínimo, y eso lo hacen en las redes sociales, los entornos físicos y hasta en sus puestos de trabajo. Por parte del bloque abolicionista (que por cierto quiere abolir todo menos el patriarcado, el capitalismo y el racismo) no hay respeto a millones de mujeres, a las que insultan y desprecian y borran como mujeres, por ejemplo por usar hiyab, o por representar corrientes feministas de las que no dejan de burlarse, aunque nunca les hayan hecho una crítica seria y consistente. Insisten una y otra vez en que ellas son el único feminismo, lo que supone negar la evidencia y cancelar a todas las demás corrientes feministas, a las que si mencionan es para caricaturizarlas y burlarse de ellas. También parte de ese feminismo llamado abolicionista ha colaborado con organizaciones neofascistas y ultracatolicas haciendo actos conjuntamente, sin merecer el reproche de la otra parte del sector autodenominado abolicionista.
Todas estas actitudes crean un ambiente de hostilidad, desprecio y violencia mutua que hace imposible organizar nada conjuntamente.
Lo que han demostrado estos dos bloques con posturas fosilizadas desde hace muchos años es que son incapaces del debate de ideas, que son incapaces de rechazar sus dogmas y actitudes inquisitoriales según cambia la realidad, y esta les muestra que sus análisis no son acertados. También con frecuencia llevan todo a lo personal, con ataques más a las personas que a las ideas. Lo del amor a las mujeres para otro día. Solo aman a una mujer mientras no discrepe de ellas en lo más mínimo.
Por supuesto cada bloque ve solo las agresiones e insultos de las otras, pero niegan o ignoran las suyas. Las referentas de cada facción han echado estos últimos años más gasolina al fuego desde sus pulpitos en medios, universidades, etc. Llaman a que se acabe la violencia de las otras, mientras no piden que cesen las violencias de sus partidarias, que son las que harían más caso a cada referenta. Las que hemos llamado a parar esas violencias a todas lo que hemos conseguido es ser atacadas por las dos facciones, como sabéis bien algunas amigas de este muro. Aún así no hemos dejado de hacerlo.
No creo en un feminismo homogéneo, monolítico, sencillamente porque no existe. Hay muchas corrientes feministas, muchas autoras con voces y posiciones que se sitúan fuera de esos dos bloques dogmáticos y excluyentes de todas las feministas que no comulgan con sus respectivas ruedas de molino. Además en la sociedad capitalista existen clases sociales y lucha de clases, y eso atraviesa también el feminismo. En el Estado existe racismo institucional, y eso atraviesa también el feminismo. En la sociedad hay distintas posiciones sobre la guerra, y eso también atraviesa el feminismo. El feminismo no es una burbuja aislada de la sociedad. Es atravesado por las múltiples contradicciones que hay dentro de la ciudadanía, y por tanto dentro del feminismo como movimiento de mujeres. Lo que no parece que responde a la realidad es dividir el feminismo en dos bloques excluyentes que se retroalimentan y niegan a todas las demás feministas incluso su existencia, algo que además es irónico por parte de feministas que siempre están hablando en contra de lo binario y de la exclusión.
El feminismo es plural y diverso y esa es su riqueza y su grandeza. Si ha creado y movido la conciencia feminista de millones de mujeres de todo el mundo es porque es capaz de llegar a todas las mujeres en alguna de sus variantes. Por lo que hablo con las compañeras somos más las que tenemos coincidencias y discrepancias con cada uno de los dos bloques, las que no queremos vernos encerradas en un pack cerrado de 'toma todo o deja todo', las que sabemos que en un día como hoy la mayoría de las asistentes están al margen de estas disquisiciones que ni siquiera conocen, y se manifiestan junto a sus hermanas sin importarles tanto lo que las pueda separar, sino lo que las une.
Y no olvidemos que la mayoría de las mujeres somos trabajadoras. Pertenecemos a la clase trabajadora, no a ningún grupo de interés particular. Un día como hoy tenemos el derecho a reivindicar la opresión que sufrimos tanto como mujeres como trabajadoras cómo racializadas si forma también parte de nuestra opresión. La opresión de una mujer no se subdivide en opresiones claramente diferenciadas, una por aquí y otra por allá. Y un día como hoy podemos escucharlas.
Muchas mujeres anónimas, un día como hoy, escriben y gritan lo que más les preocupa. Las manifestaciones del #8Mles dan un altavoz y una visibilidad que nos ofrecen la oportunidad de escuchar las voces de mujeres que no están día a día en las respectivas burbujas feministas. Y escuchar también a las mujeres en lucha de otros territorios más o menos lejanos. Escucharlas o no depende solo de ti.
Recordando el origen de este 8 de marzo, de esta jornada de lucha: ¡Que viva el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras!
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Publicado en mujerpalabra.net en junio 2022