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Pensamiento - Política de partidos y sindicatos

Volver a Sobre sexualidad, afectos y cultura - Pensamiento en Mujer Palabra El papel de los sindicatos ante la violencia de género

Volver al índice de Pelao Carvallo Miguel Ángel Valiente Nascimento

Muchas veces me he preguntado cuál es el papel de los sindicatos en la lucha contra la violencia de género y qué importancia tiene ésta para los sindicalistas. Otra discusión sería si realmente en España son necesarios estos sindicatos pues por todos y todas es bien conocido han terminado defendiendo los intereses del gobierno y de la patronal, con el sentimiento general de que estos sindicatos no tienen nada que ver con los franceses en lo que a defensa de los derechos laborales se refiere.

Lo primero que se nos ocurre pensar al plantear la cuestión de sindicatos y violencia de género es que son dos luchas en dos ámbitos bien diferenciados y que los sindicatos únicamente se deberían centrar en la cuestión obrera. Sin embargo, la violencia machista también causa la muerte de muchas trabajadoras, más que la suma de hombres y mujeres que encontraron la muerte en un accidente laboral.

Los sindicatos pretenden ser actores sociales sin conseguir absolutamente nada para los trabajadores y trabajadoras con trabajos precarios. Uno de los grandes "logros" de la lucha obrera ha sido el aumento del sueldo respecto al IPC, algo realmente ridículo, pues mientras una hipoteca puede subirte cerca de 200€ o 300€ al mes, la subida del IPC puede resumirse en unos 20 euros mensuales.

Hoy día con la connivencia de los sindicatos se ha experimentado un enorme retroceso en derechos laborales, así pues resulta conveniente preguntarse sobre la utilidad de éstos, pero al tiempo cabe la posibilidad de plantear nuevos interrogantes respecto a por qué los sindicatos como actores sociales no se comprometen ni se movilizan contra la violencia de género, siendo ésta más grave y más importante que la subida o no de un 1% del sueldo en los mejores casos.

Muchas veces se habla de la lucha obrera solidaria, pero solidaria ¿con quién? Es cierto que los derechos laborales son para hombres y mujeres indistintamente, pero incluso en países supuestamente desarrollados como España la diferencia salarial entre unos y otras es ampliamente negativa para las mujeres pues se sitúa sobre el 20%. España es uno de los países europeos con mayor brecha salarial entre hombres y mujeres. Solo un 45% de las mujeres cuentan con una pensión de jubilación frente al 80% de los varones. Además, la jornada laboral influye notablemente en las diferencias de retribución, como demuestra que más del 80% de las mujeres desarrollan su actividad con una jornada a tiempo parcial. Por tanto vuelvo a preguntar, ¿con quién se solidariza la lucha obrera? 

Otra cuestión muy importante y que sirve también como ejemplo clarificador para entender la postura de los sindicatos frente a la solidaridad con la lucha de las mujeres es conocer la respuesta sindical a la explotación sexual. Muchas veces desde CCOO y UGT se ha dicho de proporcionar seguridad social y derechos laborales a las prostitutas que trabajan en burdeles de carretera. ¿Es ésta la visión del sindicalismo obrero frente a la esclavitud de miles y miles de mujeres en este país? Al parecer ni CCOO dependiente de Izquierda Unida ni UGT del Psoe quieren ver ni entender que los derechos humanos están siempre por encima de los derechos laborales, y por tanto no quieren ser actores sociales que luchen y combatan la discriminación sufrida por las mujeres, y por ende de la violencia machista desde una posición activa y combativa a la vez.

Los sindicatos disponen de secretarías de la mujer y además con naturalidad y normalidad utilizan un lenguaje inclusivo y no sexista, algo por lo que realmente nos debemos felicitar pues ha sido un avance gracias al feminismo, pero no por ello el feminismo debe sentirse agradecido, pues es una cuestión de justicia e igualdad. Por otra parte, la palabra "trabajadora" dentro del lenguaje inclusivo es seguramente, la más sencilla de utilizar ya que el neutro "persona trabajadora" sí se utiliza con normalidad. También debemos observar que los sindicatos necesitan de las mujeres trabajadoras para poder subsistir, por tanto puede resultar que más que un compromiso real con la lucha de las mujeres, resulte una especie de quid pro quo.

Ante el incremento de mujeres asesinadas los sindicatos están bien callados porque entienden tal vez que ésta no es ni su lucha ni su función. Y es una pena, la verdad, ya que se podrían dar buenas iniciativas para presionar a los gobiernos, independientemente del color político, convocando desde paros laborales generales a huelgas de trabajadoras, por poner un ejemplo, para que tomen cartas en el asunto y empiecen a trabajar en serio y a destinar recursos para terminar con la violencia de género y no como hasta ahora.

Todo esto me lleva a pensar que el machismo también está instalado en el sindicalismo porque no tiene otra explicación posible. Entender que la lucha obrera no tiene que implicarse activamente en la erradicación de la violencia de género solo justifica una posición ideológica, pero de ser así queda claro que es mucho más importante la lucha de las mujeres por su vida y por tanto los sindicatos y sus sindicalistas no deberían ocupar la posición social que tienen hoy, ni la repercusión en los medios, ni mucho menos recursos económicos provenientes del estado, en tanto que la violencia de género aumenta y es a los colectivos que luchan contra esta lacra y a las víctimas a quienes se deberían derivar estos recursos de los que se benefician hoy día los sindicatos y que además pagamos tanto hombres como mujeres.

Solo desde un compromiso real entre los diferentes actores sociales podremos terminar con los femicidios y proteger de una manera efectiva a las mujeres y a sus hijos e hijas, pero no un compromiso de "partido" o de "sindicato" por situarse en lo que es políticamente correcto, sino un compromiso personal a nivel de responsables políticos y sindicales, y solo en base a ese compromiso deberíamos valorar a los diferentes dirigentes políticos y sindicales y sus reivindicaciones, porque aunque haya quien no quiera verlo, al fin y al cabo, son hombres los que ocupan los puestos de poder también en los sindicatos de España.

Este artículo suscitó un diálogo interesante que puedes leer aquí (Cuaderno de ideas)

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Publicado en mujerpalabra.net en el verano del 2012