Pensamiento - Maternidad
Las mujeres, las células madre y los dueños de los embriones (entrevista 2012)
Ana Reis
Traducción: Angels Martín Toledo; Original: Artículo en portugués/brasileiro
Mujer Palabra: aunque han atribuido a las personas feministas coincidencia ideológica en este tema con grupos de la extrema derecha (algunos legales...), la información sobre este tema no está en los medios de comunicación (de masas y no de masas) para que tengamos la posibilidad de informarnos, analizar y ubicarnos. Aquí os presentamos una entrevista informada sobre la cuestión, y un link a un artículo de Leonor Taboada (feminista), de Red Feminista Internacional de Resistencia a las Nuevas Tecnologías Reproductivas y a la Ingeniería Genética.
La doctora Ana Reis habla sobre riesgos y políticas que envuelven a la reproducción asistida
Formada en Medicina por la Universidad Federal de Sao Paolo, la feminista Ana Reis ha investigado sobre el tema de la manipulación de embriones humanos con un enfoque de género desde hace tiempo. Forma parte del grupo técnico del Programa de Asistencia Integral a la Salud de la Mujer (PAISM) y creó en el Ministerio de Salud una Comisión de Estudio de los Derechos de Reproducción.
Maestra en Estudios Interdisciplinares sobre Mujeres, Género y Feminismo por la UFBA, Ana Reis, expone en esta entrevista lo que ella llama la visión feminista radical y no religiosa sobre el uso de embriones humanos, tema que, según ella, carece todavía de mucho debate. ¿Por qué el proceso de fertilización in Vitro puede ser malo para las mujeres? ¿Cuál es el papel que desempeñan las mujeres en la carrera científica por los avances en la manipulación de células madre? ¿Cómo actúan en este tema los órganos institucionales ligados a la salud? ¿Qué tiene que ver Montsanto y la ley de bioseguridad con todo esto?
¿Por qué cree que el proceso de fertilización in Vitro puede ser perjudicial para las mujeres?
Es un proceso que tiene muchos riesgos y muchos fallos. Las estadísticas son precarias y muchas veces no son verdaderas. Estaba mirando las estadísticas europeas y cuando se habla solo de fertilización in Vitro, sin entrar en la inseminación artificial, en los principales países de Europa, las tasas de éxito son del 20%, 25% máximo. O sea las tasas de fracaso son de 80%.
La cuestión está muy focalizada en los embriones, creo que debemos focalizar hacia la salud de las mujeres y los riesgos que corren. La recolecta de óvulos es un proceso que siempre permanece oculto, no aparece, las personas no saben esto. Y es ahí donde está el mayor riesgo, el riesgo de la hiperestimulación ovárica. Es una enfermedad que no existía y hoy hay hasta un síndrome causado por la intervención médica. En casos leves va desde el aumento del tamaño de los ovarios hasta casos de fuga de agua hacia el abdomen, coma e incluso muerte. Mi preocupación desde el punto de vista médico es ésa, pero existen también muchas implicaciones sociales en ese proceso de medicalización de la reproducción humana.
Hable un poco de las consecuencias sociales
En Brasil existe un vacío enorme de la legislación al respecto. Hace más de 30 años que ese proceso se lleva a cabo en el país y hasta hoy no se ha legislado convenientemente. Los legisladores que están tan preocupados con la cuestión del aborto, ¿por qué tienen tanto desinterés en reglamentar el uso de embriones humanos? Quien ha discutido qué se puede o no hacer es el propio poder médico, el Consejo Federal de Medicina (CFM). Comparando las resoluciones del CFM sobre donación y comercio de óvulos, vemos que en un documento de 1992, las clínicas y los médicos tenían la obligación de decir cuántos embriones se habían formado, cuantos óvulos recogidos. En la modificación de 2010 eso no aparece. Por tanto, a la mujeres ya no se les informa de ello.
La cuestión de la procreación no envuelve sólo aspectos biológicos, es eminentemente una cuestión social. Las estructuras de parentesco son uno de los pilares de la fundación de las sociedades. Por ejemplo, la maternidad sustitutiva es conocida popularmente como 'barriga de alquiler' debido a una novela que llevaba ese nombre. Todas estas cuestiones se traspasan a la sociedad de esta forma, como por novelas, es el aspecto folletinesco lo que interesa. No es una manera seria de discutir la cuestión.
No se puede hacer uso de la maternidad sustitutiva con una persona desconocida: es necesario que sea pariente y si no, quien decide es el CFM. Por tanto, es el poder médico quien decide quien puede ser aceptada o no como madre subrogada. ¿Ha sido la sociedad quien ha delegado eso al poder médico? ¿Tiene la sociedad consciencia del poder de este órgano en esos procesos? Ellos son los que escogen los donantes de esperma, las donantes de óvulos. ¿Qué criterios usan? Esto, muy matizado, camina hacia una selección eugénica, y la gente sabe históricamente que significan esas selecciones eugénicas.
Al margen de la construcción social del deseo de maternidad. No existe el deseo natural de tener hijos. La maternidad no es destino de las mujeres, es una construcción social. Los hombres no son tan desvalorizados socialmente si no tienen hijos, para las mujeres si que existe ese peso. Que pasa con todas las mujeres que se someten a altas dosis de hormonas? Algunas de estas hormonas son recombinantes.
¿Qué son 'hormonas recombinantes'?
Son las que se obtienen mediante técnicas de energía genética, que son ratas produciendo hormonas humanas. El porcentaje de pureza de esas hormonas nunca es 100%. No sé si a la gente le gustaría saber que están usando hormonas producidas por ratas, pero al menos deberían tener la opción de saberlo. Todas estas cosas tienen que debatirse, las mujeres tienen que tener conocimiento de las tasa reales de fracaso de estos métodos y de los riesgos reales. El CFM en una resolución dijo que las clínicas tienen que tener el registro permanente de embarazos, de malformaciones de los fetos, y de los abortos. Pero estas estadísticas no se divulgan.
Usted afirma que el Sistema Nacional de Producción de Embriones de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) de "bancos de células y tejidos germinativos" no existe para velar por la salud de la mujer. ¿Por qué?
Después de que se aprobara la manipulación y uso de embriones para terapia e investigación se creó un sistema de supervisión del registro que las clínicas realizan del número de embriones estocados. Después de un tiempo, algunos se vuelven inviables y son descartados, esos embriones, todos, son objeto de otros intereses. En lugar de Antisa [?], fiscalizar y recoger datos sobre la incidencia de estos procesos en la salud de la mujer, se centran sólo en saber cuántos embriones están disponibles. ¿Para quién es esa información? Para la investigación y bioindustria. Este sistema se llama Sistema Nacional de Producción de Embriones. ¿Es ése pues el objetivo? ¿Producir embriones? Las clínicas se llaman "bancos de células". Banco? Ya sabemos qué es un banco: una cosa que te vende lo que ya es tuyo.
¿Y el debate de las células madre? Para la mayoría de las personas este tema se presenta como si fuese una oportunidad maravillosa de desarrollo de las posibilidades médicas, que puede ayudar por ejemplo en la cura del cáncer...
Descubrieron que las células madre no están sólo en los embriones, sino en el cuerpo entero. Las células madre tienen el potencial de ser maravillosas, pero de momento son más promesas que realidad. Hace muchos años que se investiga, y los resultados no son tan espectaculares. Las células madre adultas también se puede usar para reparar tejidos. A veces se utilizan como si fuesen una sustitución del transplante, es posible, por ejemplo colocarlas en el tejido del miocardio que esta lesionado por causa de un infarto.
Y ellas se multiplican y regeneran el tejido.
Ésa es la idea, ya que el transplante es un procedimiento muy complejo, hay riesgo de rechazo y la persona tiene que tomar medicinas muy fuertes que debilitan el sistema inmunológico. Está claro que cualquier cosa que mejore esto será fantástica. Ahora bien, el argumento que se usa es que las células madre son omnipotentes, que se pueden transformar en cualquier tejido. Entonces, ¿las mujeres van a estar proveyendo embriones para eso? Está prohibido pero es algo que nadie controla. Cuando se hace una hiperestimulación hormonal, en la que se recogen 20, 30, 40 óvulos, no se puede controlar cuántos de ellos se quedan en el banco ni cuántos han sido computados. En principio, la gente confía en la ética de los médicos...
¿Y qué tiene que ver Montsanto y la ley de bioseguridad con esta discusión?
Cuando el debate de las células madre fue al Supremo, ¿qué pasó? Se oficializó en la llamada Ley de Bioseguridad, que en realidad es la ley que reguló e hizo legal el uso de transgénicos y toda una serie de otras manipulaciones genéticas; además de algunas cosa que la industria farmacéutica y de tests biológicos ya usaba, como los hibridomas. ¿Es que los diputados saben qué es un hibridoma?
¿Qué es?
Son células hibridas de linfocito B sacado del bazo de los animales y fusionados con células de mieloma, que es un cáncer de medula ósea humana. El cáncer se usa para multiplicar enormemente esas células que suministran anticuerpos. Esto, que ya estaba establecido, se embutió en una ley que también abarcaba la manipulación de semillas y la manipulación de células embrionarias humanas. Y yo pregunto, ¿qué hacen los embriones humanos en la Ley de soja transgénica de Monsanto? Evidente, el lobby para que se aprobara esa ley era poderosísimo.
No estoy sacralizando los embriones. No creo que sean intocables. Cuando la Iglesia entró en el Supremo con una acción de inconstitucionalidad de la ley, el STF mediante una acrobacia jurídica, separó los embriones que pueden ser manipulados de la cuestión del aborto. Ahhhh… claro, unos se hicieron en una clínica y otros dentro del útero de la mujer, entonces son diferentes. Unos pertenecen a sus "criadores" hombre. Los otros NO pertenecen a las mujeres. Está claro que los embriones son los mismos, pero la voluntad de las mujeres nunca se respeta.
¿Cómo es el proceso de obtención de óvulos?
Los espermatozoides son muy fáciles de recoger, pero los óvulos no salen espontáneamente. Normalmente, se produce un óvulo por ciclo. Éste proceso está totalmente dirigido desde fuera [?], por tanto, no se da ninguna producción endógena del propio cuerpo de la mujer. Lo que se hace es silenciar [?] el hipotálamo y empiezan a híperestimular la formación de óvulos. Después, te suministran otro tipo de hormonas para que esos óvulos salgan del ovario. Cuando el óvulo sale del ovario, la trompa del útero es atraída químicamente, se mueve y capta el óvulo.
Con la hiperestimulación se han dado casos de producción de 40, 50 óvulos. Imagínate el tamaño del ovario. Es un proceso en el que la mujer, durante ese mes, vive para eso, con aplicaciones diarias de hormonas. La captación se hace con una aguja que entra por la vagina, es un proceso quirúrgico que se realiza con anestesia.
Si las mujeres conocieran el proceso y sus riesgos, quizás se decidirían por otra cosa. Y aunque optaran por este método, al menos sabrían que pasará en sus cuerpo a corto, medio y largo plazo. Porque las hormonas continúan allí y a pesar de que es difícil hacer estadísticas (porque pueden estar influenciadas por otros factores), ya se habla de la incidencia en el cáncer de mama, de ovario, endometriosis, etc.
¿Cuáles son los intereses económicos detrás de la manipulación de embriones?
La gran cuestión es ésta: cómo una célula se transforma en este o aquel tejido. Existe una gran carrera para descubrirlo, ya que todos esos procesos pueden ser patentados. El país que consiga ganar esa carrera verá su economía incrementada lo equivalente a un pozo petrolífero. ¿Van a poner a las mujeres a fabricar ese petróleo? ¿Saben las mujeres que van a esas clínicas que forman parte de un sistema nacional de producción de óvulos?
A pesar de los intereses económicos, desde el punto de vista médico y tecnológico parece interesante que podamos manipular esas células embrionarias, pero ¿cómo hacerlo sin utilizar los cuerpos de las mujeres como máquinas de producción de óvulos? Con células madre adultas.
Existe una lucha internacional muy fuerte contra el patentamiento de semillas, sean vegetales o animales. Es la mercantilización de la vida.
Usted llegó a decir que la Iglesia católica tiene algún tipo de relación con los laboratorios que trabaja con embriones...
Sí, la Iglesia católica era socia del laboratorio que estimula la producción de óvulos (Serono). A final del siglo XIX ya se investigaba con hormonas, pero la investigación se intensificó después de la I Guerra Mundial. Después de tantas muertes, la repoblación era necesaria y se investigó para revertir el alto índice de infertilidad y descubrieron que en las mujeres menopausicas existe una hormona, la gonadotrofina, que es muy parecida a la hormona del embarazo, pero se necesita mucha orina de mujer menopáusica. Salían camiones cuba de los conventos italianos para Suiza que es donde estaban los laboratorios. Este laboratorio ha sido comprado recientemente por Merck y pasaron a crear hormonas sintéticas a través de la manipulación genética de las ratas. Se abrió un mercado enorme y el Vaticano era socio del laboratorio. Es difícil averiguar si continúa en esto.
En Brasil todo este proceso empezó ya como un espectáculo. Nakamura, uno de los pioneros de la fertilización in Vitro en Brasil, hizo un acuerdo con la Rede Globo (canal de TV). Vinieron médicos desde Australia para enseñar cómo se llevaba a cabo el proceso. Prepararon a 10 mujeres. Alquilaron dos plantas del Hospital Santa Catarina, una sólo para Rede Globo, que patrocinó todo con la contrapartida de la exclusividad. Durante el show una mujer murió, Zenaide María Bernardo.
Leer el artículo de Leonor Taboada publicado en El Páis, El peligro de la reproducción in vitro , donde mencionan a Zenaide.
Más info:
- c. 2005 ¿Tiene género la Biotecnología? A propósito de los discursos de la maternidad en las Nuevas Tecnologías Reproductivas (10 págs.), de Purificación Mayobre
- 1994 Mujeres y reproducción asistida por la Assemblea de Dones D'Elx
- 1986 Feministas pidiendo una moratoria
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Publicado en mujerpalabra.net en julio 2012