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Conoce a... - Bessie Head

Por qué escribo

Ir a webita de autora Bessie Head

Publicado en Libération (París, Francia) y Mmegi wa Dikgang [Reporter] (Gaborone, Botswana)
Traducción de michelle renyé vínculo externo (2021)
para Mujer Palabra (Traducciones feministas)
y Bessie Head Heritage Trust vínculo externo
Leer original en inglés "Why Do I Write" vínculo externo

Escribo porque la vida me ha dado autoridad para hacerlo.

Las áreas en que disfruto de dicha autoridad están claramente delineadas y no invado ningún terreno que no me sea adecuado.  La vida nunca me pidió que me dedicara a la política; le ha otorgado esa autoridad a otros hombres y a otras mujeres. La vida me pidió que fuera una escritora de cierto tipo.

Lo analicé todo cuando era muy joven y, aunque fui muy consciente de los sufrimientos de las personas negras de África del sur, sabía que no podría participar en la lucha por la liberación: era un mundo intenso y agresivo de odios, envidias, traiciones y asesinatos. Mi equilibrio nervioso es tan frágil que cuando me enfrento al peligro o a una actividad secreta, tiemblo violentamente. El espionaje Boer me habría descubierto y me habrían enviado un paquete bomba. Desde los inicios de mi carrera como escritora dejé claro que la política no era algo a lo que yo fuera a dedicarme. Pero llevo esto encima como un estigma. Si has nacido en Sudáfrica, tienes que dedicarte a la política, tienes que ser una libertadora. No puedes mantenerte lejos y no comentar el horror, el horror.

La comunidad internacional se encuentra tan obsesionada con Sudáfrica que con frecuencia me he visto enfrentada a un público hostil que me maltrataba, indignado: "¿Por qué te han invitado a ti? No eres una escritora comprometida. ¿Por qué no te vas a liberar a la población de Sudáfrica?"

¡Qué angustioso! El país no me ofrecía nada como artista creativa. Todo desolación de avaricia financiera y pueril prejuicio racial. No se podía escribir sobre la tierra y su gente. No se podía extraer ninguna magia o encanto. Después de 27 años, tomé la feliz decisión de marcharme. Todos mis libros ocurren en Serow, Botswana, donde he vivido 20 años, y quienes conocen mis libros saben que están llenos de magia y asombro.

Sé que el tema fijo de muerte de la dominación a manos de una minoría blanca no es toda la historia de Sudáfrica. Esa muerte que sobrevuela la abrumada tierra parece haber convocado en cada generación a líderes políticos gigantescos que han dejado su huella sobre la sociedad y el mundo. Ningún otro país del mundo tiene un récord semejante de pensadores y líderes con esta gigantesca grandeza. La actividad política de este país ha sido rica y creativa.

Debería mencionar otro público hostil para el que yo soy una leprosa: el estudiantado negro de África. Me he apuntado a algunas clases y he visto sus rostros agraviados: Cuando leemos a Achebe, Ngugi y Armah, encontramos cosas con las que nos podemos identificar, pero con usted estamos desorientados y catapultados a la civilización Occidental”.

Admito que mis lecturas e influencias son internacionales, pero me preocuparía que se pudiera limitar la personalidad africana, y que sólo determinado tipo de escritores pudieran representarla adecuadamente. Todos mis personajes son negros, y les reservo el encanto de ser impredecibles y altamente originales. Me horrorizaría enfrentarme a una oscura mazmorra llamada el africano “adecuado” y reconocible, y que esto fuera el carácter estándar que se encontrara en la novela africana.

En el África independiente, existe una presión para la construcción de un nacionalismo de puertas cerradas, una urgencia por rechazar la experiencia colonial. Pero eso no es posible. La experiencia africana ha sido aumentada y transformada por la experiencia colonial. Yo no estoy a malas con la civilización Occidental. Sencillamente, tengo una puerta siempre abierta, y personajes que sorprenden y cautivan a quienes me leen.

Once it was the socialist evolution and it helped at that time to raise the basic wage of mine workers and labourers from a shilling a day to a pound a day. Once it was the African National Congress, the Indian Congress and Mahatma Ghandi's passive resistance. For my generation it was Robert Sobukwe and Pan Africanism. For younger generations, it was Steve Biko and Black Consciousness. Beneath that death there is life, even though the truly great people of the land have never wielded political power. Thus, I can afford not to be a politician or liberator. There are so many politicians and liberators that I would pay homage to.

I ought to mention another hostile audience to whom I am a leper too — the black student of Africa. I have taken a few classes and seen the aggrieved faces: “When we read Achebe, Ngugi and Armah, we find things here we can identify with, but with you we are disoriented and flung into Western civilisation.”

I admit that my reading background and influences are international but I would worry if limitation could be placed on the African personality and that only certain kinds of writers could properly represent the African personality. All my characters are black but I reserve for them the charm of being unpredictable and highly original. I would dread to be faced with a dark dungeon called the "proper" and recognisable African and that this should be the standard character one would find in an African novel.

There is the urge towards a kind of closed-door nationalism in independent Africa, an urge to reject the colonial experience. But this is not possible. The African personality has been enlarged and changed by the colonial experience. I am not bad on Western civilisation. I simply have a door that stands open and characters that startle and enchant my readers.

Toda persona que me conoce sabe que en la realidad cotidiana del estar despierta soy una absoluta solitaria. Las amistades pasan por mi vida, conversan, sonríen, me dan la mano, pero nadie está a mi vera. No es éste el caso de mi mundo de sueños por la noche. Mi mundo de sueños está habitado por miles y miles de personas. No es un lugar lujoso, ni bonito, pero sí un mundo práctico y vivo, donde la gente planea su futuro y me hace saber sus preferencias. Mis libros nacen de esta fuente y todos los comentarios y comunicaciones de esta fuente son registrados con cariño en todos mis libros. Junto con la gente he construido una especie de religión popular arraigada en la tierra africana. Mi mundo es lo contrario del mundo de quienes se dedican a la política – quienes hacen planes para la gente, y les dicen lo que tienen que hacer. En mi mundo, la gente planea sola sus vidas, y me dicen a mí lo que necesitan. Es un mundo lleno de amor, ternura, felicidad y alegría. Allí se ha desarrollado mi amor y respeto por la gente. Predigo el día en que robaré el título de Creador/a, ese ser que no vemos y está en el firmamento, y se lo ofreceré a la especie humana. De ahí en adelante, cuando la gente se vea por la calle se mirará y dirá, “Buenos días, Creador/a”. No habrá más guerra. No habrá más sufrimiento humano.

Estoy construyendo una escalera a las estrellas. Tengo la autoridad necesaria como para llevarme conmigo a toda la especie humana. Por eso escribo.

© 1985 Bessie Head

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Información sobre uso de este material: de la traducción de michelle renyé vínculo externo se puede usar citando autora, traductora y fuente.
Publicado en mujerpalabra.net en julio 2022