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Pensamiento - Artes / Cultura

Volver a Sobre lenguaje - Pensamiento en Mujer Palabra Camille Claudel (2). El problema de Claudel. Tu bebida y comida favoritas: La cocina de Merlatti (amor y agua fresca)

Volver al índice de Francisca Martín-Cano Abreu Francisca Martín-Cano Abreu

Voy a reflexionar desde la Psicología en la vida de Claudel, por lo que puede tener de paradigmática y de representativa de la vida femenina en un siglo como el XIX, aún poco inclinado a respetar los derechos femeninos. Y como un ejemplo y expresión de lo que le podía ocurrir y adonde podía llevar a una mujer solitaria el que defendiera de forma extrema su aspiración por mantener una vocación y un plan de vida propio, cuando en el ambiente no se contaba con ningún respaldo que apoyase las reivindicanciones feministas.

Camille Claudel fue una mujer escultora, la mejor escultora de su tiempo. Y a pesar de ello tuvo una vida desgraciada y fue encerrada 30 años en un manicomio de manera injusta.

Era de agradable presencia y de gran inteligencia. Pero nació en un momento histórico en que a la mujeres se les daba una educación llena de contradiciones. A las mujeres todavía en el siglo XIX se las orientaba para desarrollar un papel convencional en la sociedad y sólo se les permitía desempeñar el papel de esposa y madre y tener una función exclusivamente subordinada y dependiente. Y el ambiente familiar ejercía un fuerte condicionamiento para que se aceptasen las normas, dándoseles una educación opresora y coactiva que inhibía el desarrollo personal, a la vez que les permitían tener aspiraciones. Además crecían con desventajas y discriminaciones sexuales que las limitaban e inhibían la posibilidad de rebelarse frente a las convenciones.

La ola, de Camille ClaudelPero la gran fuerza de Camille le hizo oponer gran resistencia en aceptar de manera conformista el papel pasivo que se esperaba de ella. Pretendió elegir un camino más autónomo y tener un plan de vida propio a través de su profesión de escultora. Forzando incluso a su familia a desplazarse a París para aumentar sus oportunidades de estudiar y llevar adelante su vocación.

Camille Claudel igual que muchas mujeres del siglo XIX y aún del siglo XX tanto en Francia como en otros países Europeos no poseía apenas alguna ventaja educativa que le ayudase a resistir frente a situaciones propias de una vida de ruptura respecto al papel de sumisión que se esperaba de ella.

El pensamiento profundo, de Camille ClaudelY Camille desafortunadamente fracasó y sucumbió en su lucha por mejorar su condición social y sus derechos. Fracasó porque todas las razones estaban en su contra. Fracasó por la falta de apoyos que no logró obtener en su carrera. Fracasó porque nadie la alentó. Y porque nadie confió en ella y nadie reconoció su valía. No encontró reconocimiento por ningún lado y sólo humillaciones y descréditos. Y fracasóporque estaba solapara enfrentarse a las durezas de la vida y a los obstáculos que aparecieron en la lucha por la consecución del éxito. Porque no tenía compañía de ambos sexos, auténticos compañeros con quienes poder compartir sus pensamientos y hablar de temas de su interés.

Fracasó porque sólo contaba con el aprendizaje erróneo en su infancia de una táctica de exigencia infantil e inmadura a base de intimidaciones, amenazas y coacciones para conseguir satisfacer sus deseos. Estrategias típicas y usadas por quienes les son frustradas de continuo sus justas demandas. Y que aparecen en hijos inteligentes con padres que sólo satisfacen las demandas cuando las necesidades del hijo les hacen obstinarse en conseguirlas. Sin que los adultos como Rodin cediesen a sus pertinaces demandas, única estrategia que ella había aprendido a usar para conseguir sus deseos tras haberle sido reforzada en su infancia.

El vals, de Camille ClaudelMientras, Rodin, un artista brillante mayor que Camille en 24 años y necesitado de continuas gratificaciones y refuerzos, se aprovechó de la juventud, de la personalidad y de la vitalidad de Camille. Y tomó todo el halago de la relación con su alumna y amante y la mantuvo subordinada sin compromiso ni obligación de su parte.Rodin se apropió de la modernidad, del talento creador indiscutible de Camille,de suoriginalidad en el tratamiento de los temas,de laexpresión del sentimientode Camilley se lo atribuyó a sí mismo, sin más reconocimiento.

Y Rodin, egoísta y celoso de la superioridad de Camille, se mostró poco generoso en su expresión con sus méritos. Permitió que a Camille se la considerase exclusivamente su imitadora y plagiadora, negándose a ampliar su consideración como escultora de prestigio y de igual calidad profesional que el maestro. Permitió que la injusticia a Camille le fuese minando su seguridad y su razón. Frente a la continua renuncia de Camille y a sus continuas decepciones por no obtener ninguna recompensa, se negó a casarse con ella.

Además, Camille mantenía unas expectativas frente al mundo idealizadas, sin sentido de la auténtica realidad. Por lo que sus esperanzas fueron frustadas de continuo. Y al refugiarse en el alcohol cerró la única puerta que le hubiese podido hecho salir de su indefensión. Esta vía le evitó buscar la solución para salir e huir de la situación en que se encontraba. Le produjo graves alteraciones en su mente que le hizo comportarse cada vez de manera más irritable, paranoica y demente.

Cansada de todo, Camille se separó de Rodin a los 34 años y montó su pequeño taller. Pero tuvo la osadía de querer competir con su maestro. Una simple jovencita, con más talento y creatividad que Rodin, acostumbrado exclusivamente al enamoramiento de sus discípulas.

Así que no es de extrañar que las aspiraciones de Camille chocaron con las condiciones de su entorno, con el aislamiento y la soledad.

También Camille fracasó porque tenía una madre y un hermano hipócritas, egoístas y cobardes productos de las pautas marcadas por una educación y unas costumbres puritanas, intolerantes y falsas. De una sociedad de doble moral que calificaba y juzgaba más rigurosamente el comportamiento sexual de la mujer que la del varón. Sociedad en la que predominaban los valores masculinos. En la que los comportamientos libertinos masculinos eran aceptados, mientras los comportamientos femeninos libertinos eran motivos de escándalo imperdonable. Era aceptable que un varón tuviese una amante; mientras que era inadmisible que una mujer lo tuviera. Por lo que encontraron censurable y escandalosa la vida adúltera de Camille.

Así que la familia no encontró ninguna oposición por ninguna parte, e impunemente encerró de por vida en un manicomio a la más importante escultora de su tiempo. Camille tenía 49 años cuando la enclaustraron y allí permaneció hasta su muerte a los 79 años. Y no importó a nadie la destrucción de la vida de una artista innovadora. De una mujer que presentaba un modelo revolucionario, transgresora del orden vigente y poco congruente con las exigencias a su identidad sexual.

Así que ¡puesto que desobedeció y violó la prohibición a las mujeres de tener aspiraciones y necesidades de logro!, ¡puesto que no coincidía su conducta con la abnegada, sumisa, sobria que se adecuara a su sexo!, ¡puesto que desobedeció la exigencia tajante de no buscar nada por sí misma!, ¡puesto que se apartó de la voluntad divina y comió de la manzana fue expulsada del paraíso!, ¡había que suprimirla! ¡No se podía reforzar su conducta para evitar las consecuencias modeladoras que su ejemplo podía suponer! ¡Había que ocultar una conducta que amenazaba el orden vigente! ¡Había que condenar radicalmente un comportamiento que invertía la jerarquía! ¡No se debía recompensar la conducta de Camille que era poco adecuada a la que como mujer debía tener: la de esclava del hogar! ¡Hasta ahí podíamos llegar!

De modo que nos quitaron con presteza la posibilidad de que una escultora de gran energía nos legase unas obras originales y revolucionarias. Que modelara mayor número de esculturas, semejante a las que ya antes de su relación con Rodin había modelado; que incorporaban sentimientos dramáticos y líricos; de fortaleza y sensualidad; de pasión, sufrimiento y dolor. Esculturas con gran fuerza expresiva que mostraban las emociones del replegamiento y de la soledad. Del sexo y del amor.

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Las citas utilizadas en el subtítulo proceden de un álbum de confesiones de la escultora, y la respuesta a sus preguntas está fechada el 16 de mayo de 1888
Publicado en mujerpalabra.net en diciembre del 2011