Os copiamos algunos
poemas de esta escritora. En 1980 ganó el premio
Adonais por el poemario De una niña de provincias
que se vino a vivir en un Chagall. Era muy joven.
Dos poemas de
De una niña de provincias que se vino a vivir en
un Chagall
¿Qué quién
era Chagall? Mira
sus cuadros y flipa. París, primera mitad del
siglo 20.
Di que querías ser
caballo esbelto, nombre
de algún
caballo mítico,
o acaso nombre de tristán, y oscuro.
Dilo, caballo griego, que querías ser estatua
desde hace diez mil años,
di sur, y di paloma adelfa blanca,
que habrías querido ser en tales cosas,
morirte en su substancia, ser columna.
Di que demasiadas veces
astrolabios, estrellas, el nervio de los ángeles,
vinieron a hacer música para Rilke el poeta,
no para tus rodillas o tu alma de muro.
Mientras la marihuana destila mares verdes,
habla en las recepciones con sus lágrimas
verdes,
o le roba a la luz su luz más verde,
te desconoces, te desconoces.
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Duermo, espíritu
del pupitre,
alma de la avispa párvula,
pómulo de la niña rusa que intrépida
habitaba entre pingüinos vivos y animales de
luto,
que irónica bebía arañas boreales
en la cuartilla lirio de la estepa.
Duermo, así, la acuárea infancia,
así, el perfil niño y los brocales,
mármol nocturno de los pozos,
así el cierzo infantil.
Pero duermo también las brechas den la frente,
duermo el ahogo y el liquen malo,
duermo la sábana de arsénico que envenena
las camas de los colegios feos,
que es tóxica a los peces que volaban
en los mares de almohada.
Duermo en la lmisma sábana de arsénico,
la misma tela de hilo de cicuta
bordada con la trenza de una agujita antigua,
la misma tela que impidió los sueños
del alto incienso blanco,
la eternidad de tiza.
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