Si existe una novela que, pese a su escasa promoción en los canales oficiales, esté alcanzando unas asombrosas cifras de ventas gracias al "boca a boca" de los lectores, esa es, sin duda, "La sombra del viento", la primera novela "para adultos" del barcelonés Carlos Ruiz Zafón, creativo publicitario, guionista cinematográfico y galardonado autor de novela juvenil.

La obra que nos ocupa fue finalista del Premio Lara de Novela en el año 2000, confirmando a su autor como una firme realidad de la narrativa española actual.

Ambientada en la Barcelona de posguerra, "La sombra del viento" cuenta la historia de Daniel, un niño de diez años a quien su padre lleva un día a visitar "el cementerio de los libros olvidados", un laberinto secreto que atesora miles de libros y en cuyos estantes Daniel va a descubrir un volumen firmado por un tal Julián Carax, un autor desconocido que se convertirá en una obsesión en la vida del joven Daniel, quien durante años buscará incansablemente a un escritor cuya pista se pierde en el triste verano del 36.

Más allá de esta anécdota que constituye su punto de partida, la ágil pluma de Zafón logra captar el interés del lector desde las primeras páginas de un libro en el que se conjugan con maestría el suspense, la ternura de la infancia, las historias de amores desgraciados, el odio, la venganza, la corrupción, el miedo de una sociedad que acaba de vivir la tragedia de una guerra civil … y todo ello con el trasfondo de un amor por los libros que se va a constituir en asombroso anfitrión de toda la novela.

En definitiva, un libro mágico que nos hace soñar, que nos arranca de la realidad cotidiana para sumergirnos en un mundo donde todo es posible, donde damos la mano a unos personajes atrayentes y bien construidos, y que nos deja en el alma el deseo de seguir leyendo y la sensación de que, sin duda, el próximo libro que abramos no nos hará sentir ni la mitad de emociones que el que acabamos de terminar.