A mí la Real Academia Española (RAE) me da
miedo. Hasta el nombre que tiene me hace temblar. Allí
elaboran un diccionario terrorífico, lleno de palabras
muertas, y en el que no entran, más que por enchufe
y con cuentagotas, palabras que usamos desde hace años
para decirnos y escribirnos las cosas.
Siempre
he pensado que la gente de la RAE debería ser más
humilde y realista. Deberían renunciar a su inmenso
poder y crear el Real Museo de la Real Palabra. Así
protegerían a las pobres palabras que antes tuvieron
su esplendor... Deberían aceptar que los diccionarios
los tienen que hacer las personas que saben escuchar (además
de saber todo lo que ellos saben), como en Inglaterra, donde
no hay academias inquisidoras sino apasionados lingüistas.
Las
y los seguidores de la RAE tienen la actitud de que sólo
ellos aman y defienden las palabras, el idioma. Y eso tendría
que dar risa, porque es ridículo. Las defensas se
pueden hacer desde diferentes lugares y de diferentes maneras.
Y las defensas de verdad nunca se hacen identificándose
como fuente única y legítima de las cosas
y cortando cabezas alrededor. Las cosas se defienden con
razones, y se piensan con amor a la realidad y a lo más
civilizado.
Todo esto para recomendaros unos libros:
Clave. Diccionario del uso del español actual. Baratísimo
para ser diccionario, unas 5.000 pelillas, en un volumen.
Con prólogo de Gabriel García Márquez
(ese grandísimo escritor -tendréis que leer
algún día "Cien años de soledad"
para flipar- a quien tanto le debe gustar William Faulkner).
En este diccionario no aparecen las palabras muertas del
DRAE y se han incluido otras que se usan y que no aparecen
en el DRAE. Lo tienen en CD-ROM.
En
la lista de palabras no aceptadas por el DRAE del
CLAVE en CD-ROM que tengo yo, salen las siguientes
entradas: acid, acidulante,
acojonante, activismo, acuciante, adelgazante, afroamericano,
afrocubano, aftershave, agobiante, agroturismo, agüadilla
(en el DRAE lo llaman
¡"ahogadilla"! ¿Quién
dice en el universo: "¿Te voy a hacer
una ahogadilla?" ¡Socorro!), aikido,
airbag, alargado, alirón, alucine, amarronado,
amateur, amiguete, androcracia, androginia, antagonizar,
antiabortistas, antiadherente, antiarrugas, antibaby,
apa, apartheid, apartahotel, apuñalamiento,
arribismo, artroscopia, ascórbico, atacante,
au pair, audiocasete, autodestrucción, autoestima,
autoestopista...
Lo voy a dejar porque me están entrando unas
ganas de hacerles una pintadita... |
Existen otros libros llamados diccionarios de dudas, que
son diccionarios de dudas, o sea, diccionarios sólo
de las dudas, o sea diccionarios de palabras sobre las
que dudas... (Para dudas de verdad, visita al príncipe
Hamlet). El Diccionario de usos
y dudas del español actual, del maravilloso
y divertido José Martínez de
Sousa, más barato que el anterior, donde
le mete una caña a la RAE que lo flipas, colegui.
(Lo siento pero me pongo muy macarra cuando hablo de la
Academia). Ah, cuando un autor o autora es muy importante
o conocido/a, no se suele dar la editorial, a no ser que
exista una buena razón.
Información
que aclara el Sousa:
yogur. yougourt
es un galicismo, yoghurt es un anglicismo.
disquete. diskette es
un anglicismo. La adaptación española
sigue el modelo de lo que se hizo con cassette,
que dio 'casete'.
México: en dos columnas
largas explica por qué es preferible la grafía
con x a la grafía con j. |
Y para seguir con la pasión por las palabras, otro
libro: Diccionario del origen de
las palabras, de Alberto
Buitrago y J. Agustín Torijano, de la editorial
Espasa. Unas 1.500 ptas.
patata.
Sabido es que la patata, junto
con, por ejemplo, el tomate, el chocolate y el tabaco,
llegó a Europa tras el Descubrimiento procedente
de las nuevas tierras de América.
Los quichés, pueblo maya (...) de Guatemala,
llamaban papa a este tubérculo en su lengua,
palabra que fue la que se usó durante mucho
tiempo en la nuestra, y que, como denominación
exclusiva del producto, se conserva en el español
de América, en Canarias y en muchos lugares
del sur de España. A finales del siglo XVIII,
por un error derivado de la confusión de la
papa con la batata, otra raíz tuberosa comestible
muy similar y de idéntico origen, se extendió
en nuestra lengua la palabra patata, que posteriormente
pasó al italiano y al inglés.
Cómo sufrirían los de la RAE...
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