Taller Gertrude Stein *
Charla (pretendida)
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por el Dossier Gertrude Stein (para orientarse en cómo
leerla, también)
Como hemos estado viendo en la exposición de Cristina, las últimas
décadas del siglo XIX y las primeras del XX fueron vitales para
el arte y el pensamiento. Nació el reinado del subjetivismo, el
rompimiento de las formas convencionales. Se establecieron las
bases de la edad moderna. Se hizo de todo de todas las maneras
posibles y parte de toda aquella producción, como por ejemplo,
la obra de Gertrude Stein, todavía hoy sigue conteniendo claves
vitales que es necesario descrifrar, descubrir, porque contribuyen
a que alcancemos nuevos estados de conciencia, porque siguen contribuyendo
a que podamos trascender los moldes ideológicos que ahogan nuestro
desarrollo, nuestra capacidad de libertad creativa.
La obra de GS se inscribe en el modernismo, y concretamente en algo que, al parecer, sólo ella hizo: la literatura cubista. Personas contemporáneas a GS fueron conscientes del valor de su obra, como Mabel Dodge, una analista de la época del modernismo en literatura y mecenas también (ella aparece en el Dossier y sus palabras en NOTAS SOBRE LA VALORACIÓN DE LA OBRA), y Sherwood Anderson, el antecedente más inmediato de Faulkner y, junto con Gertrude, influencia importante de Hemingway y Scott Fitzgerald, miembros de la Generación Perdida. Sin embargo, la mayoría de la gente consideró su obra algo ridículo. sus famosas repeticiones, por ejemplo, fueron emuladas con sorna. Ella se tomaba esto muy bien, con su agradable risa, y explicaba que sus repeticiones se les metían en los poros y que por eso no podían dejar de decirlas. My little sentences get under their skin, creo que era en inglés.
Desde los años sesenta, la población del estructuralismo (su padre, Saussure, 1916, por saber de dónde viene), del postmodernismo y del postestructuralismo, guiada o influida por el análisis feminista, ha recuperado a esta autora. En el marco del teatro del absurdo, por ejemplo, se están empezando a representar en Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña algunas de las muchas obras de teatro y óperas que GS escribió. como ya se vio en el taller de Lola Robles, en la actualidad se considera que es preciso estudiar las obras conociendo bien el contexto de la persona que las crea, conociendo a fondo sus procesos. Esto es efectivamente importante en relación con el arte abstracto, y para ilustrarlo quisiera contaros un sueño que tuve el lunes. Porque es preciso que comprendamos que la obra de GS, al margen de si nos gusta o no, no era una broma. Es cierto que está llena de vida, de placer y alegría, algo no tan común en las obras artísticas. Pero también que la obra fue innovadora por su forma y su constante búsqueda.
Sueño para comprender el valor del arte abstracto y similares
En un edificio antiguo, con suelos de parqué rayado que cruje y altísimos techos, hay una exposición de arte. Las piezas, by the way, están "protegidas" del público por esos cordones gruesos con borlas en los extremos. El artista me pide que mire su obra expuesta y que le comente qué pienso de su evolución. Entro en la sala, a mi izquierda empiezan una serie de grupos escultóricos. Me sitúo frente al primero. Aunque todos se componen de muñecas al estilo de las de porcelana (pero no son de porcelana) de tamaña natural; son mujeres, pero como antiguas, todas sentadas. En el primer grupo, son dos. Una, sentada en un pupitre de su tamaño, la tengo frente a mí. Y más cerca de mí, pero en un inevitable segundo plano, sentada en una silla hay otra mujer. Me acerco porque soy miope y al pisar más cerca del grupo, las dos muñecas mueven al tiempo la cabeza hasta colocarla como mirándome. Me miran, sí. "Ingenioso", pienso. Pero estoy confusa, porque es un arte que no me creo, como antiguo. No me creo que ese hombre (joven) esté haciendo esas esculturas como de tías y abuelas. Sí, claro, eso seguro que tiene mensaje, pero no es interesante, es lo de siempre. (Como veis, me cuesta explicarlo.) Voy al segundo grupo y esta vez las mujeres están todas en pupitres de su tamaño, como una clase. Hay cestas con huesos. Un tercer grupo me espera. Y entonces veo, por el rabillo del ojo, que la sala, que tuerce como en pico de uve, pasa a exponer lienzos. "Ah! Pasa al lienzo, esto me lo creo más" y veo que los lienzos parecen tener una raya inclinada y el resto distinto, como si empezara una investigación en torno a una raya inclinada. Me siento aliviada y, bueno, a punto de preguntarme cuál es la conexión, pero de pronto Cris, desde otra sala, me da la respuesta: "Eh, michelle, ¿te has fijado que todos los grupos escultóricos están torcidos?" Voilá! Lo comprendo: el artista, en su evolución, ha encontrado su verdadero tema de interés: no era la cuestión que él más o menos comprendía o quería representar, era algo que le había salido de manera inconsciente y que era suyo: esa inclinación no buscada. Y en su evolución, decide que es más interesante investigar lo que no conoce de sí mismo. En cuantico que se da cuenta, se abre una pasión de búsqueda, y empiezan los cuadros con una raya inclinada.
Ver cuadros abstractos puede parecer una broma, pero ver esos cuadros cuando se comprende qué ha llevado allí y que la artista va en serio, que está seriamente buscando algo, es completamente distinto.
Aquí llegamos a lo que fue la pregunta crucial a principios del siglo XX. ¿Cuál es la función del arte? Entonces se desarrollaron dos tendencias: el arte centrado en el contenido y el arte con una preocupación formal. El arte de contenido era el realismo; el expresionismo, con su eje en las emociones; el surrealismo, centrado en la mente subjetiva y preocupado por hallar una estética con ética; el dadaísmo, con sus formas de puro juego --dada significa "juego" en francés-- y sus contenidos nihilistas; el futurismo, preocupado por el progreso y la tecnología. El arte de revolución formal sería el arte abstracto, que empezó con el impresionismo --y el puntillismo-- y su luz; con la revolución del color del fauvismo (o salvajismo); y con el cubismo, el cual, según Gertrude Stein, era necesario después de lo etéreo del impresionismo. La fragmentación en planos, la visión múltiple en planos de formas geométricas, donde la profundidad, por ejemplo, no la daba la perspectiva sino el color.
GS toma este último camino. Su literatura revitaliza el lenguaje. Nos enseña que los muros que ahogan a las palabras pueden caer, para que éstas lleguen tan lejos como puedan. Ella juega con el lenguaje (como los dadaístas, aunque nada más tiene en común porque ella está muy lejos del nihilismo), investiga para buscar la innovación, y consigue un tipo de polisemia muy característica. Para ella crear es innovar (esto no hay que perderlo de vista).
Para reforzar esta introducción a la obra de GS quisiera citar a Mabel Dodge y a Sherwood Anderson.
Pero veamos ahora algo sobre la biografía de esta escritora.
Gertrude Stein nació en Estados Unidos en 1874 y a los tres años ya había visitado varios países. Aprendió francés y alemán, que luego olvidó, y después inglés, que sería su idioma para siempre, aunque pasara la mayor parte de su vida en París. Ella decía que le encantaba eso de estar rodeada de gente que hablaba en otro idioma. Así se quedaba a solas con el inglés.
Procedía de una familia alemana con dinero, dedicada a los negocios, que en Estados Unidos invirtió, por ejemplo, en el ferrocarril. Sus padres no fueron muy importantes para ella en su infancia y adolescencia; sí su hermano Leo, dos años mayor. Leo fue quien la cuidó y nutrió con libros, por ejemplo. Perdieron a sus padres en su adolescencia, y el hermano mayor, que luego se iría a vivir a París siguiendo a Leo y a Gertrude, cogió las riendas económicas de la familia, la salvó de las deudas y de la ruina, y asignó a cada hermano un dinero anual para que ninguno tuviera que trabajar.
Cristina va a leer del Dossier, "La infancia", "La adolescencia" y "Los hermanos".
Cuando su hermano Leo se marchó a otra ciudad a estudiar, ella le siguió, y se matriculó con William James, el filósofo, padre del pragmatismo en Estados Unidos, para estudiar filosofía y psicología. Fue, según James, la mejor alumna que él jamás tuvo. Una anécdota sobre Gertrude y William James. Un día de primavera ella tenía un examen con él. Fue4 pero no pudo hacerlo, y así se lo escribió. Se marchó. A los pocos días recibió una carta de James. Decía que lo comprendía perfectamente, que él hubiera hecho lo mismo.
Gertrude trabajó muchísimo. El pragmatismo estadounidense era un intento de unir lo que a finales del XIX se había separado: el intelecto y la cultura de la acción. Transitaban por el camino de la psicología de la conciencia y eso era lo que le interesaba a Gertrude: el retrato de los procesos mentales, no tanto los contenidos. Ella dijo: "Me interesaba la biología y me interesaba la psicología y la filosofía y la historia, lo que era comprensible porque yo salía del siglo diecinueve y entonces tenía que interesarte la evolución y la biología". Pero ella quería ir mas allá: "Yo estaba allí para matar lo que no estaba muerto, ese siglo diecinueve tan seguro de la evolución y las plegarias". Investigó la escritura automática y publicó artículos de fondo sobre el tema en revistas especializadas. Entonces su hermano Leo la animó a que pasara de la ciencia o psicología a la estética. Y en París luego empezaría a escribir, experimentando con la forma artística y el acto conductista de escribir, el cual, según ella, revelaba los principios subyacentes del proceso mental.
En cualquier caso, ella se sentía diferente y quería no sentirse así. Quiero decir, que al margen de sus intereses y capacidades intelectuales ella notaba que no hacia las cosas como otros y esto la producía sufrimiento. (Esto tiene que ver con el salto posterior que dio a pensar que era una genia.)
Gertrude pasó a estudiar medicina. Dicen que estudió con notas excelentes todo el tiempo hasta el último año, en que (cito del dossier, página 2) "empezó a aburrirse manifiestamente. Un profesor irritado por esto se atrevió a suspenderla, sabiendo que ella recuperaría sin problemas y conseguiría el título. Sin embargo, ella se presentó en su despacho para darle las gracias por el suspenso: si hubiera sacado la carrera habría acabo trabajando rodeada de mujeres enfermas. Quizá en esta extraña actitud tuvo que ver que en ese año al menos estaba viviendo la que sería su única historia de deseo, algo que la produjo todos esos sentimientos de inseguridad y desequilibrio que detestaba y que, consecuentemente, evitó con eficacia durante el resto de su vida. De esta historia de deseo con May Bookstaver (ver en el dossier "Las mujeres de la Orilla Izquierda") salieron sus primeros libros: Q. E. D. (o Las cosas como son) y Tres mujeres."
Tres mujeres sería su primer libro publicado. Gertrude abandonó medicina y acabó siguiendo a Leo a Paris hacia 1904 para huir literalmente de esta historia de deseo que la consumía. Después del susto, los ejes sobre los que construiría su vida quedaban claramente definidos. Vamos a escuchar a Javier mientras lee partes de "La edad adulta: ubicarse o morir" (página 4 del dossier).
La escritura empezó cuando hacía una traducción de Tres cuentos de Flaubert. Bajo este cuadro de Cézanne, es decir, buscando y hallando claves cubistas, Gertrude empezó a escribir. Se trata de tres historias, la segunda de las cuales, Melanctha, es la mejor. Este personaje se inspira en May Bookstaver, y el doctor Jeff, quien mantiene la relación con Melanctha, en la propia Gertrude. Son estudios psicológicos redactados apuntando al estiIo cubista, construyendo los personajes como a esas pinceladas pequeñas y múltiples y aparentemente sin orden con que Cézanne había pintado el cuadro. Además de su interés por cuestiones de composición de una obra -algo sobre lo que escribiría mucho después en Cómo escribir, Compos¡c¡ón como explicac¡ón, etc.- el libro es un interesantísimo estudio sobre la identidad, las relaciones humanas, el amor, la comunicación. (En el dossier aparece la traducción de un fragmento del libro.)
Escribió Tres vidas en 1904 y 1905 y el libro fue publicado por May años después (en 1909), en la editorial de su marido, The Grafton Press.
Y ahora estamos en Paris, 1904. Leo, que también buscaba como Gertrude a qué dedicarse, estaba ahora entusiasmado con la pintura. Era un gran crítico de arte. Había alquilado una casa en el barrio de Saint Germaine. Al poco tiempo, Gertrude se fue a vivir con él. Juntos crearon el primer museo de arte moderno.
Vamos a leer las páginas 4 y 5 del dossier. Algo del ambiente de su casa-museo y de su biografía hasta 1946, año en que Gertrude murió. El texto está escrito por uno de los más entretenidos biógrafos de GS. (Lee Mabel.)
Los procesos de creación, el bienestar máximo material, el equilibrio emocional, el amor y el placer. Ejes de la vida de Gertrude. Pero en su vida también estaban otros hechos: era judía, lesbiana, vivía con su pareja, era artista innovadora y muy conocida, y había guerra, la guerra de los nazis concretamente, había hambre.
El amor, lo compartió con Alice B. Toklas desde que ésta se mudó con ella y Leo en 1910 hasta el día de su muerte. Alice era una mujer culta, práctica. Su capacidad de anfitriona era excelente. Sus pastelitos, toda su cocina, era excelente. Hacía licores también. Fue responsable de que la obra de Gertrude se diera a conocer. Fundó en 1930 Plain Editions, para publicar a su amor.
En el dossier incluyo un relato dedicado a Alice y titulado "Ada", el primero que le escribió. Luego comento con un ejemplo que recojo algo sobre ese estilo literario de Gertrude Stein. Páginas 20 y 21.
Gertrude tiene en su obra muchas alusiones eróticas y amorosas relativas a Alice. Sin embargo, según contaba Virgil Thomson, el compositor que puso música a dos óperas de Gertrude (Cuatro santos en tres actos y La madre de todos nosotros), a Gertrude no se le podía comentar nada sobre su lesbianismo ni sobre que su obra no se entendía. Tampoco se le podía mencionar la guerra, hablar de política, según el fotógrafo Cecil Beaton, por ejemplo. Ver la opinión que expresa Gertrude sobre la bomba atómica en la página 8 del dossier.
Respecto a la guerra, el hecho es que en la primera guerra mundial las dos se metieron a ambulancistas y distribuidoras de víveres y similares. Vamos a leer un fragmento de "La llamada primera guerra mundial" (página 6 del dossier).
Y el hecho es que en la segunda guerra mundial, que Gertrude no podía creerse que ocurriera, se salvaron por los pelos de los nazis: las dos eran judías, una conocida pareja y Gertrude hacía un arte que para el nazismo entraría en lo descartable. Gertrude siempre dijo que si tenias una mente democrática, la gente siempre te ayudaría. El hecho es que a lo largo de toda su vida siempre hubo quien la ayudara, y eso fue lo que hicieron quienes vivían en la zona del Ródano, donde Gerirude y Alice vivieron 13 años o así, en su casita de campo de Bilignin, durante la segunda guerra mundial.
Gertrude también ayudó a mucha gente, con sus conocimientos de psicología y en el mundo del arte y la literatura. A los soldados les daba charlas sobre la identidad, para facilitarles el que recuperaran su identidad individual y dejaran de necesitar al colectivo de soldados, peones ejecutores de órdenes. A muchos soldados esto más que ayudarles les daba pánico, pero Gertrude ayudó a muchos otros. Vamos a leer un fragmento de "La llamada segunda guerra mundial" (página 7 del dossier).
Ahora quisiera mencionar algo de su obra cubista por excelencia, Tender Buttons, escrita en 1914 en España. Alice era una enamorada de España y venían mucho aquí, con sus pintas y todo, por la árida y austera Castilla inclusive. Es una obra que no está traducida y que hay que leer en alto. Pero aunque nunca lo hagáis (¿lo haréis, lo haréis?), sí quisiera leer unas reflexiones, porque aportan información sobre el valor de la obra de esta autora, de la cual se dice que es una de las autoras estadounidenses más importantes y menos leídas en el mundo. Sobre el valor de su obra y sobre un elemento crucial en ella: su antipatriarcalismo y feminismo. Por muy machista que nos pudiera parecer por su relación con Alice, el hecho es que Gertrude Stein trabajó duramente por abrir un espacio no patriarcalizado en la literatura, un lugar donde la identidad femenina pudiera trascender los ámbitos impuestos, las barreras.
Leo páginas 22 y 23 ("Anotaciones sobre Tender Buttons").
Por último, podemos pasar a comentar y preguntarnos cosas, e incluso si queréis tratar como taller un tema interesante conectado a Gertrude: la capacidad de condicionar que tiene la forma sobre el contenido. Quiero decir: que intentemos contar algo usando diferentes métodos, o usando el método cubista de narración, y veamos qué pasa.
SOBRAS
Gertrude tenía horror a las cosas dolorosas y las evita con una eficacia científica. De hecho, a pesar de las guerras, consiguió vivir como quería, haciendo lo que quería, amando a quien quería, comiendo lo que quería cuando era posible!, viendo y no viendo a quien quería. La amargó un poco el hecho de que no la publicaran, pero está claro que más vale amargarse por eso que verse emocionalmente herida. Cuando la publicaron, no la amargó que ridiculizaran su obra los detractores. Se reía bastante. Sus defensores la adoraban, y coincidían con lo que ella manifestaba: que era el origen de la nueva literatura, que había dotado al lenguaje de una nueva vida.
Volviendo a lo del lesbianismo, Gertrude y Alice evitaban las reuniones de mujeres, por eso era raro verlas en el salon de Natalie Barney (ver en el dossier "Las mujeres de la Orilla Izquierda"). Incluso sus amigas estadounidenses, las hermanas Cone, que eran íntimas (y que inspiraron el relato "Miss Furr and Miss Skeene"), no creían que Gertrude y Alice fueran lesbianas. Por su parte, muchas mujeres independientes y progres del París de esa época las criticaban, no caían bien. Gertrude y Alice daban la apariencia de la clásica pareja marido-mujer. A la escritora Djuna Barnes, por ejemplo, le reventó que Gertrude sólo comentara al conocerla que tenía las piernas muy bonitas. Y a Lillian Hellman, la escritora de Julia y de excelentes obras de teatro, la asombró el complejo de genio de Gertrude, a pesar de que aquella noche en que se conocieron alabó a su marido, el escritor Dashiel Hammett, a quien GS leía apasionadamente.
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