IV. El análisis de los textos
4. Machista o machisto (Leer el texto)
Se trata de un texto que utiliza preferentemente el recurso retórico de la ironía (aunque también tiene formas de desprecio explícitas) para cuestionar los esfuerzos por el uso no sexista del lenguaje:
"Seguro que a estas altura las "lectoras", (salvo doctas excepciones), ya estarán pensando que soy un machista. Pues no. Protesto. Exijo que se haga la correspondiente diferenciación de sexos y que se me llame, en cualquier caso, machisto."
"(…) voy a tener que hacer un llamamiento público a Sus Señorías ¡vaya!, no había pensado yo en esta ambivalencia, ¡habrá que empezar por ella!, para que se dicte una Ley por la cual a partir de su promulgación a Sus Señorías masculinos se les llame "Sus Señoríos" y se reserve lo de Su Señoría para las féminas."
De este modo, se presenta a las feministas de manera abiertamente negativa diciendo que son estúpidas, que no poseen méritos para demostrar su valía, que tienen poca autoestima.
Desde el punto de vista léxico, el texto está cargado de palabras negativas para referirse a este cambio e el uso del lenguaje: snobismo, estupidez feminista, estúpidas alteraciones, escandalosa memez, etc.
Finalmente se recurre a una cita (de Einstein sobre cuyo machismo se ha hablado bastante) para validar sus opiniones acerca de lo estúpido que le parecen estos cambios en el lenguaje que operan para hacerlo más igualitario. Se trata, entonces, como ya hemos visto, de un argumento de autoridad o evidencialidad.
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