Pensamiento - Crítica a las religiones - Apostasía

1. Qué es y cómo apostatar - 2. Ley de Libertad Religiosa - 3. Relaciones Estado - Iglesia católica
4. Sentencia Tribunal Supremo - 5. Relación escritos de apostasía - 6. Curiosidades Código Canónico

Comentario preliminar y docs en catalán formato Word

Siempre había sido ateo y siempre me había incomodado estar bautizado, más aún cuando la iglesia atacaba con furia las reformas progresistas que a mí me parecían insuficientes. Pero, por otra parte, veía la apostasía como un acto de claudicación, no quería hacer una petición que me parecía más una concesión. En el año 2004, y ante el activismo reaccionario de la iglesia católica, dije basta.

En la página de Ateas y ateos de Cataluña , obtuve el modelo de declaración de apostasía e información sobre el proceso a seguir. Era una información general, donde se avisaba de la diversidad de casos que se podían dar, sobre todo, dependiendo del obispado o arzobispado que debería tratado la petición. Yo soy de un pueblo de Valencia, y topé con el arzobispo Agustín García-Gasco , un cruzado nostálgico de otras épocas, cuando no se cuestionaba la autoridad de gente como él, que pensaba que debía defender Jerusalén de los ataques infieles.

Precisamente, fue en Valencia donde se inició el proceso que llevó a la sentencia del Tribunal Supremo de 2008. Y fue a partir de una respuesta como la que recibí yo. Con un texto modelo, el Arzobispado reconocía el acto de apostasía, pero se negaba a hacer cualquier registro en el libro de bautismos.

El escrito daba el motivo que, después, fue la clave de la sentencia a favor del Arzobispado: el libro de bautismos no es un fichero de datos porque recoge hechos históricos, no datos.

La iglesia no tarda mucho en hacer tratamiento de estos datos cuando facilita una partida de bautizo, tras el pago de una tasa (la mayoría de veces, estas partidas son reclamadas por la misma iglesia, sobre todo, para bodas de personas en una parroquia donde no fueron bautizadas). Incluso han sido microfilmadas (4 págs.) por la Iglesia mormona de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que recibió autorización de todas las diócesis católicas para hacer este tratamiento de datos tan completo, por supuesto, sin que previamente se pidiera autorización a las personas afectadas.  Los datos están, ahora, en la famosa montaña de Salt Lake City, para que Dios tenga información de todo el mundo el día del juicio final.

Yo no consideré que se pudiera llegar a dudar de que el registro de datos en un libro de bautismos no fuera un fichero.  He estudiado historia, y estas fuentes siempre han sido registros de datos importantes para la investigación. Tampoco recibí asesoramiento jurídico, y respondí con mis propios argumentos: incluso, di la razón al Arzobispado, entendiendo que no se debían destruir los datos del bautizo (lo que yo pedía era el registro de la apostasía). De lo que se trataba, por parte de aquél, era de una manipulación del concepto de "cancelación de datos" que regula la LO 15/99 de Protección de Datos.

Más allá de los argumentos puramente jurídicos, defendí que estaba siendo contado como miembro de una institución con una ideología que yo rechazaba. Coincidió que, aquel 2004, el lema del día de la iglesia diocesana fue Colabora con la iglesia, eres bautizado (y bautizada). Y uno de los argumentos de la iglesia, que ha utilizado ante los tribunales, es que no se puede considerar el bautizo como un indicador de la fe.  Pienso que no debería aceptar un argumento que ni siquiera se cree quien lo defiende. Es pura manipulación.

La iglesia ha conseguido hacer valer su argumento principal: los registros son suyos y están protegidos por el Concordato, que los declara inviolables. La sentencia se ha refugiado en un argumento como es el concepto de archivo, y no se ha pronunciado sobre una cuestión que es principal en los recursos del Arzobispado de Valencia. Creo que el problema real está en el Concordato, que el estado no quiere cuestionar a pesar de que permite la vulneración de derechos ciudadanos. También creo que, si son las instituciones del estado las que dan cobertura legal y jurídica a las imposiciones de la iglesia, deberíamos empezar a reclamar el estado que establezca mecanismos claros para la protección de nuestros derechos.

Yo, en su momento, decidí ponerme pesado.

Relación de escritos: ver páginas 2-7 del siguiente documento (7 págs.) que incluye el texto anterior en castellano y la relación de escritos en catalán